Vos y yo ¿juntos?

Capítulo 13

Malvina: ¿Qué pasa acá?

-Los dos se separaron rápidamente, mirando cada uno para un lado, avergonzados de lo que había estado a punto de pasar y sintiéndose muy culpables, porque sabían que si no hubiese llegado a aparecer Malvina ese beso se habría producido. –

Nico: Es que...

Cielo: (lo mira) Nada, ¿qué va a pasar? (mira a Malvina haciendo una sonrisa forzada)

Malvina: ¿Por qué me tratás de boluda? Yo sé perfectamente lo que vi, estaban a nada de besarse

Cielo: ¿Besarnos? ¿Nosotros dos? (señalándose a Nico y a ella mientras ríe) ¡No digas pavadas, Mal! Eso es imposible, sabés que no nos bancamos

Malvina: ¿Y qué tiene que ver? Hay mil novelas y películas románticas que demuestran que del odio al amor solo hay un paso

Cielo: Pero es ficción, te aseguro que no es lo que nos pasa a Nicolás y a mí

Malvina: No sé, ya no lo sé, porque últimamente noto que no se llevan tan a matar como antes

-Cielo miró a Nicolás disimuladamente esperando que él dijera algo que les hiciera salir de esa situación ilesos, antes de que Malvina los matara a los dos. Sin embargo, Nico estaba en silencio, sin saber qué mentira inventar, sobre todo porque no estaba seguro de no querer decir la verdad, pero sabía que si la decía podría desatar una guerra. Aunque para guerra la que se estaba desatando en su corazón en ese momento por aquellas dos mujeres, se sentía más confuso que nunca. –

Nico: Eso es porque intentamos llevarnos bien por vos, porque sabemos que ambos somos importantes para vos y que llevás queriendo muchos meses que seamos todos amigos y, de hecho, estábamos hablando justo de ese tema, ¿no? (mirando a Cielo)

Cielo: Claro, de que... de que queremos intentar llevarnos mejor, y no lo podemos hablar con vos delante

Malvina: ¿Y lo que vi recién también fue por mí? (cruzándose de brazos)

Nico: ¿Lo que viste? No viste nada porque no fue nada, te debió haber parecido por el ángulo o la posición en la que estabas, o algo así

Malvina: ¿Qué ángulo? ¿De qué hablás? No me quieras convencer encima diciendo boludeces

Nico: No tengo nada de lo que convencerte porque lo que viste no existe, quizás estábamos un poco más cerca de lo normal, pero porque el espacio era chiquito

Cielo: Exacto, y no te hagas más la cabeza, amiga, vayan y disfruten de su noche juntos, se la re merecen (le sonríe)

Malvina: ¿Desde cuándo sos tan fan de nuestra relación?

Cielo: Ya me acostumbré a que salgan, y en el fondo hacen buena pareja, así que pásenla lidno, yo me voy a mi casa

Malvina: Hasta el lunes entonces (se acerca y le da un beso en la mejilla) Vamos, amor (lo agarra de la mano)

Nico: Chau (despide a Cielo con la mano)

-Ambos se miraron a los ojos una última vez, sabiendo lo que el otro le quería decir. Cielo sabía que no le debería haber mentido a su mejor amiga de esa forma tan descarada, tratándola, además, de loca, pero debía hacerlo si quería conservar su amistad, que para ella era muy valiosa, sobre todo después de ver la decepción en sus ojos cuando se abrieron las puertas del ascensor. Así que prefería callarse y hasta mentirle, aunque su corazón se rompiera cada vez que los veía juntos. Repetía el casi beso una y otra vez en su cabeza, y la mirada seria de Nicolás a punto de hacerle una confesión, la cual cualquiera habría adivinado. Sin embargo, ella quiso intentar olvidarse y autoconvencerse de que no era importante, porque si pensaba que la confesión era la que ella creía, no iba a haber vuelta atrás y todo se iría a la mierda. Por su parte, Nico también estuvo pensando en que se quedó con tremendas ganas de besar a Cielo, más de las que jamás habría podido imaginar, y tuvo toda la intención de decir lo que iba a suceder entre ellos dos, pero al ver los ojos de su novia a punto de expulsar lágrimas y los ojos de Cielo suplicándole que se quedara callado, no fue capaz de decir nada. Sabía que tenía que hacer algo al respecto, porque no podía seguir intentando corresponder a Malvina, y menos ahora que tenía sentimientos por otra, pero no tenía idea de como hacerlo sin generar dolor. –