Capítulo 4

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Malvina: (se sienta en la cama a su lado) Pero ¿qué pasó para que reaccionaras de esa manera con tu papá? Porque no sos de comportarte así, o al menos no sin una razón importante

Cielo: Es que no fui del todo sincera con vos esta mañana, Mal

Malvina: ¿De qué hablás?

Cielo: ¿Recordás que llegué tarde porque se me olvidó el celular?

Malvina: (asiente)

Cielo: Pues era cierto, pero cuando fui a por él escuché a mi mamá hablando por celular con mi papá y casi le suplicó que viniera a la fiesta y hasta que me felicitara por mensaje, ¿podés creerlo? (le caen un par de lágrimas por sus mejillas)

Malvina: (la abraza de lado) Siento oír eso, amiga, ahora te entiendo

Cielo: Y lo peor es que... si le obligó a hacer esto le puede haber obligado hasta a pasar tiempo conmigo, a fingir que me quiere (hace puchero y le caen más lágrimas)

Malvina: No lo lleves al extremo tampoco, está bien que debería haber venido por su propia voluntad, y más siendo tu cumpleaños, y que no es el padre más presente del mundo, lo sabemos, pero es tu papá y te ama, aunque no sea de la mejor forma

-Mientras escuchaba la conversación, Nicolás sintió el impulso de dar su opinión sobre el tema, aunque él fuera la última persona con la que querría hablar de algo tan personal, pero a pesar de que Cielo no era su persona favorita la podía llegar a entender un poco, así que abrió la puerta y entró al cuarto para sorpresa de las dos. –

Cielo: ¿Qué hacés vos acá? ¿Estabas escuchándonos hablar? Ahí ya te pasaste, Nicolás (se limpia las lágrimas con sus dedos y se levanta acercándose a él con actitud desafiante)

Nico: No vine a pelear, lo prometo

Cielo: Pues parece justo lo contrario, seguro viniste a burlarte de mí por subirme a llorar como una tonta

Malvina: Escuchalo, Cielo, te dijo que no vino a pelear con vos, sino porque se preocupó, ¿o no, Nico? (lo mira acariciándole el brazo)

Nico: Bueno, preocupado, tampoco es que ahora... curiosidad quizás

Malvina: No hay manera con ustedes (suspira) duraron dos segundos llevándose bien, creía que lo intentarían por mí

Nico: Sí, perdón (le da un beso en la cabeza). Lo que te quería decir (mira a Cielo) es que supongo que tu mamá te contó que yo nunca conocí a mi papá, porque él nunca quiso conocerme, y me hubiera encantado pasar al menos un rato con él, saber cómo es física y personalmente, hacer planes juntos. Así que por muy mala relación que tengas con tu papá aprovechá que lo tenés, que podés pasar tiempo con él, que está acá abajo ahora mismo, a lo mejor Malvina tiene razón y no es tan grave como vos crees, hablá y pedile que te explique, pero no te alejes porque al fin y al cabo es tu papá y seguramente en un tiempo te arrepentirás de no haber hablado las cosas antes con él

-Escuchando hablar a Nico, a Cielo le estaba pareciendo una persona totalmente distinta a la que había conocido en esas semanas, parecía un chico maduro y que de verdad quería ayudarla a arreglar los problemas que tenía con su padre. Estaba segura de que minutos después volvería a odiarlo de nuevo, pero en ese momento le había caído bien. Si seguía así, si ese otro Nicolás aparecía más veces, incluso podría llegar a soportarlo. –

Cielo: No sé qué decir, Nicolás, no esperaba que entraras para decirme esto, gra... gracias (sonríe un poco)

Nico: Me decís "gracias" por segunda vez en el día, ¿qué milagro fue ese?

Cielo: No te acostumbres, que el otro "gracias" fue por felicitarme el cumpleaños, así que tampoco es para tanto

Malvina: Mejoraron un poco al menos, (le pasa un brazo a cada uno por la espalda y los acerca a ella) dentro de nada son amigos y todo, ¡qué emoción!

Vos y yo ¿juntos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora