La Nana

Un barco sin luz

Snake fue presentado como el nuevo mayordomo de la mansión, la Confusión fue lo principal pero lo aceptaron como el nuevo.
Lau había irrumpido en la mansión y mencionado lo nuevo que pasaba con el hospital Karnstein, como siempre Ran Mao iba con las chicas a molestarlas o más bien con Mei-Rin, la morocha fue a preparar los bocadillos.

Mientras los dos caballeros estaban en su conversión, la morocha no dejaba de pensar lo que había pasado hace días y de tan solo pensar en cómo su cuerpo se sentía, una corriente eléctrica recorría su espina dorsal.
Sin darse cuenta y actuando por si sola, hacía las tareas cual zombie, estaba tan metida en sus pensamientos que casi pisaba una serpiente.

—Señorita ____ ¿Está bien?—Miro a quien hablaba y era Snake o más bien Oscar—Si, pero Snake deberías tener más cuidado con tus serpientes, ya que alguien podría lastimarlas—Los ojos del joven brillaron, nadie se preocupaba por sus serpientes y eso le conmovió.

—S-Seremos cuidadosos—Habló de nuevo Oscar a través de Snake pero con un poco de vergüenza.

La joven decidío ir a su habitación y descansar un momento o si no cometería una tontería y eso estaba totalmente prohibido como ama de llaves de la mansión.
Sin darse cuenta el reloj había avanzado de forma rápida y miro que era casi la hora de la comida, se levantó y fue directo a preparar algo sencillo para su amo antes de la cena.

Al llevar el carrito y esperar a que le dieran el permiso de pasar, entro al despacho de su amo y le dio un pequeño plato de comida, algo ligero con verdura y carne.

—Perdona mi indiscreción Ciel pero ¿y Sebastián?—Antes de que respondiera la ventaba fue abierta y un hombre con bata y lentes estaba parado en esta—Aquí estoy _____— Ella lo miro con detenimiento y odiaba el hecho de que ese hombre se viera tan bien con cualquier disfraz que se ponía.

—Traje los reportes del hospital y todo lo que sucede alrededor de él amo—miro la comida se le había servido a su amo, agradecía que la chica no le sirviera postre porque el joven no había desayuno bien y quería evitar consentirlo pero sabía que ella no lo haría.

Ciel agradeció  y empezo a escuchar lo que decía Sebastian—Iran en un barco llamado Campania—Ciel dejó de pensar un momento y recordó que su prometida iría en ese barco con su familia de vacaciones—Sebastian pídeme boletos para ese barco—.

El mayordomo acató la orden y miro a ambos sirvientes—Ustedes dos vendrán conmigo—Ambos asintieron y salieron para arreglar las cosas.

—Veo que sigue preocupándose por mi, ¿piensa que moriré de nuevo?—Ella lo miro pero estaba vez evito su mirada—Pregunté por ti porque tú siempre debes de estar con tu amo por si te necesita o pasa algo con el—El morocho se acercó al oído de la joven.

—Pero por eso también te tiene a ti _____—Ella se apartó de forma rápida y se fue de ahí con el carrito y las mejillas rojas, ese hombre cada vez la ponía más de nervios y no sabía el porqué.

~•~

Todos los preparativos para partir rumbo el barco estaban listo, Tanaka quedaría a cargo de la mansión y de todos, además de que se llevarían a Snake porque pensaba que tal vez investigaría mientras ellos no estaban y querían evitar inconvenientes.
Los cuatro fueron despedidos por los sirvientes y cuando el barco zarpó todos estaban en cubierta mirando a la gente que se despedía de sus familias.

"Jamás me había subido a un barco y se sentía extraño, pero la vista del mar era realmente hermosa, sabía que la tía de Ciel estaría aquí y como es la única mujer a la le tengo confianza y que sabía que ella me podía dar un consejo como mujer, le diría sobre lo que me estaba pasando con Sebastián".