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Un error interno {c.f.}

Queremos que la gente nos quiera, lo llevamos codificado en nuestra naturaleza. Aunque queramos negarlo y enterrarlo en nuestro interior, es incuestionable. Cuando pensamos diferente y no lo ocultamos, cuando estamos rotos y no nos avergüenza mostrarlo, cuando no nos dejamos aplastar por los convencionalismos sociales, somos defectuosos. Con el paso de los años es algo que se vuelve muy evidente.

Nunca en nuestra intención hacer daño a nadie al ser nosotros mismo pero es un efecto secundario de la libertad de elección. La duda siempre matará nuestra mente de forma inevitable. Yo suelo agarrarme a una sencilla, aunque no por ello simple cuestión: ¿Prefiero arrepentirme por lo que hago y digo o por lo que no?

Y eso una vez más es lo que me ayuda a decidirme. Es en este mismo instante donde se decidirá todo pues ya lo hemos retrasado demasiado tiempo. Ninguna de las dos necesita seguir alargando esta situación tan tensa. Deseo que podamos avanzar y para eso debemos ser claras con total sinceridad acerca de lo que queremos.

Hará unos días que le pedí que hablásemos. Soy consciente de que su trabajo es demandante y que no depende de ella las horas libres que le quedan. Sobre todo cuando está de guardia, es algo que nunca a supuesto un problema para mi. Le dije que esperaría su mensaje sin importar la hora. Hace unos 50 minutos me avisó que terminaba su turno y quedamos en nuestro lugar de costumbre. Aunque hace bastante frío llevo prácticamente la mitad del tiempo esperándola en la calle, ansiosa pero decidida.

Entonces la veo entre la gente dirigiéndose hacia aquí. Camina de forma lenta con las manos en los bolsillos de su abrigo y tiene una expresión inquieta. Podría pasar desapercibida por el resto de la multitud, pero no para mi. La conozco lo suficiente como para saber que le ha estado dando tantas vueltas al asunto como yo aunque no me lo diga. El humo caliente que baja por mi garganta es lo que templa mis nervios lo bastante como para hacer que mi voz no tiemble al hablar.

_Aprecio que hayas podido venir Leslie. Comprendo lo difícil que te resulta sacar un hueco libre después de una larga jornada en la ambulancia. Y más teniendo en cuenta que te desvives en tu trabajo. Das todo por ayudar a la gente, es algo que siempre he admirado en ti. (Ambos estamos serias y la presión es tanta que me agarrota todo el cuerpo. Ella me mira con una sonrisa triste, asiente con la cabeza, murmura un lo sé y toma aire antes de continuar)

_A sido uno de esos días que parecen no acabar nunca. En los que solo quiero llegar a casa, darme una ducha caliente y poder disfrutar de la tranquilidad y la calidez que siempre me das. Pero sé que no puedo seguir haciendo como si nada pasara. Lo último que quería hoy era tener esta conversación porque sé que voy a terminar perdiendo algo importante. Aunque si soy totalmente sincera creo que en gran medida ya lo he hecho.

_Joder realmente no te comprendo y lo he intentado por todos lo medios, no puedes decir lo contrario. No es malo querer cosas distintas cada mañana al despertar. Yo tampoco se el rumbo que debo seguir en la mierda de vida que tengo pero sí estoy segura de con quién la quiero compartir. Y sin embargo al final del día yo siempre estoy en entredicho en la tuya. Llevo semanas contemplándote y leyendo tus silencios ya que te niegas a contarme nada. Siento como si los momentos que paso contigo fueran tiempo prestado. Ya no estás segura de lo nuestro, a veces quieres dejarlo pero no lo haces. Me haces sentir como si fuese un error. Ese error que escondes pero que sabes que siempre querrás y te duele con solo pensarlo. No me debes nada, salvo sinceridad. Así que dime ¿qué quieres de mi Shay?

Mis latidos van a 1.000 por hora, siento como mi corazón golpea mi caja torácica. Me sudan las manos y hago mi mayor esfuerzo por no soltar las lágrimas que queman por salir. Es un cúmulo de emociones donde se mezclan la frustración, la rabia, el dolor y la impotencia.

_Lo quiero todo... pero soy consciente que es pedir mucho. No quiero ser un sacrificio para ti. Lo he pensado mucho y siento que voy a ser tu destrucción. No soy ciega a mi alrededor. Reconozco que hace tiempo que no estoy segura de nada y me lo cuestiono todo, incluyendo lo nuestro. Sin ti soy un perfecto desastre y no quiero soltarte. Pero a la vez no quiero arrastrarte en mi caída y por eso siento que lo más justo sería dejarte libre. (Para este momento todo su cuerpo tiembla y sus palabras salen atropelladas) Perocedoelcontrolamicodiciay-

No la dejo seguir hablando cuando en un impulso me lanzo a ella apretándola en un abrazo. La cual se retuerce entre mis brazos, haciendo que mi corazón se encoja un poco en el proceso pensando que ya no me quiere cerca. Entonces se agacha, dado que es más alta que yo, rodeándome ella a mi y dejando su cabeza sobre mi pecho. Sus manos se cuelan bajo mi chaqueta y se aferran a mi camiseta con tanta fuerza que creo que terminará rompiéndola.

_Leslie mírame. (Suelta un contundente NO mientras sigue agarrada a mi. Llevo una de mis manos a su nuca y con la otra voy dejando caricias en su espalda. Cierro los ojos inhalando y exhalando un par de veces antes de seguir hablando) _De acuerdo pero necesito que me escuches muy bien. (Esta vez el Sí sale de forma temblorosa) _Quiero que entiendas que no creo que seas egoísta ni mala persona. Conozco muy bien la sensación de vacío y desorientación total que sientes ahora mismo. No eres ni la primera ni la única persona que lo siente y no tiene nada de malo no estar bien. Pero tienes que hablarlo con alguien, no importa si no es conmigo. No puedes seguir guardándote todo eso dentro. No te hace bien seguir creyendo que hay algo mal en ti, como un error interno. Necesitas poder soltar toda esa carga.

La rubia se endereza aun sin soltarme. Tiene los ojos rojos y las lágrimas aunque ya no salen, han dejado surcos en sus mejillas. Me duele tanto verla así que aparto por un momento la mirada tragando con fuerza el nudo que tengo en la garganta. Pues si empiezo a llorar ahora sé perfectamente que no podré parar y así no la ayudo en nada. Vuelvo la vista a ella cuando empieza a hablar.

_Desde que me dijiste que querías hablar he estado debatiendo mentalmente entre 2 ideas. Por un lado tenía claro que me pedirías terminar y me decía a mi misma que era lo mejor para ambas. Por el otro lado buscaba todos los argumentos posibles para convencerte que seguir juntas era lo mejor, de que podíamos conseguir algo más grande de lo que hubiésemos tenido nunca antes. Y ahora solo tengo claro que no quiero perderte. La manera tan especial en que conectamos, incluso en situaciones como esta... Sé que tengo muchas cosas que resolver antes. Que te e herido a pesar de que solo intentabas ayudarme. Incluso ahora, después de empujarte al límite, me das tu apoyo y cariño. ____ yo....solo puedo pedirte algo más de tu tiempo y paciencia porque tengo el firme propósito de mejorar. Y quiero hacerlo contigo a mi lado.

Las dos sabemos que no va a ser fácil. Pero las mejores cosas en está vida cuestan sudor y lágrimas y por ella estoy dispuesta a dejarme la piel en le proceso. No hacen falta más palabras. Ya hemos dejado claro lo que queremos y necesitamos. Nos sonreímos a la vez y entrelazamos nuestras manos mientras caminamos a casa.