Capítulo 22

680 106 9
                                    

Emiliano cerró la puerta de su habitación, necesitaba descansar, después de todo lo que ha pasado, el encuentro, el vuelo y las horas en vela, realmente necesitaba dormir un poco, aunque no pueda por los nervios.

Aurora se había quedado abajo, la mujer quiso prepararle algo de comer, después de todo lo único que ha ingerido a sido el café del hospital.

Se recostó en la cama, por más que sus ojos estén pesados y ardan, no podía cerrarlos, no podía con tantos sentimientos, con la incertidumbre, sentía tanto miedo.

—Por favor... Por favor hijo, solo necesito una oportunidad para demostrarte que no te abandone.—Susurro para si mismo, abrazando el peluche que Fermín le había dado a Gavi.

—Y la vas a tener.—La suave voz de Aurora hizo que levantase la mirada hacia la puerta.

La mujer traía una bandeja con alimentos, realmente no sabría que hacer sin ella.

—Te prepare algo de sopa, no has comido nada desde a noche, vamos levante.

—Gracias, pero no tengo hambre.—Dijo con una voz apagada, Aurora sintió un pinchazo en su corazón, le dolía tanto ver a alguien como Emiliano así.

Pablo debe estar igual, la razón del porqué está aquí y no con Pablo es sencilla, su hijo está con la segunda persona que más lo cuida, Fermín es lo que Pablo necesita ahora, y Emiliano lo necesita a ella.

Ambos saben lo que él otro está sintiendo, los dos tienen el mismo miedo y ambos sienten el mismo amor por Pablo.

—Nada de eso, tienes que alimentarte... A Pablo no le gustará saber que estas así, Emiliano conozco a nuestro hijo, es alguien impulsivo sí, pero tiene un gran corazón, él va a entender, te lo aseguro.

Emiliano asintió suspirando, Aurora tenía razón, sin importar las circunstancias, a Gavi no le gustaría saber que se está dejando vencer.

—Esta bien.

Fermín había insistido en que primero debía comer algo antes de salir hacia la casa de Emiliano, por más que se negó, ahora se encontraba ahí sentado, esperando a que su compañero termine de hacer la comida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Fermín había insistido en que primero debía comer algo antes de salir hacia la casa de Emiliano, por más que se negó, ahora se encontraba ahí sentado, esperando a que su compañero termine de hacer la comida.

—Te digo que no tengo hambre...

—No importa, apenas has salido del hospital, no has comido nada, puede hacerte daño.

—Fermín... Gracias.

—¿Eh? ¿Por qué?—Pregunto dejando la cuchara cerca de la estufa, volteó a ver al menor.

—Por todo, por tener tanta paciencia conmigo, por cuidarme y por... Por estar en mi vida.

Fermín sintió un calorcito en su pecho, Gavi era el ser más importante que tenía, fue la persona que estuvo en sus movimientos más difíciles, es cierto que sus sentimientos hacia el sevillano son fuertes, pero... Sin importar que su amor no sea correspondido, él se quedará ahí, junto a su amigo.

Soy Emiliano...Tu Padre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora