El Clan De Los Mártires

Motivos

En el dojo se encontraban todos reunidos, seguían alterados por la resiente presencia de la invasora, decidieron discutir las cosas con calma pues quien propuso la idea fue Okamoto quien mantenía la calma en esa situación demostrando la madurez y sabiduría que poseía.

-De acuerdo, debemos pensar muy bien las cosas para comprenderlas con claridad-
Les dijo a sus discípulos viéndolos a cada uno en partes diferentes del dojo, estos lo miraban expectantes, necesitaban mucho escuchar las palabras de su maestro.
-Primero debemos preguntarnos cual fue el motivo por la que esa espía ingresara a esta casa, preguntense eso primero-

-Para matarnos ¿No?-
Suichi parecía estar seguro de eso.
-A alguien no le gusta nuestra presencia o lo que hemos hecho últimamente con los ladrones de Ryū enfureció a alguien-
No mostraba estar nervioso si no mas bien inquieto demostrándolo al caminar de un lado a otro.

-Pueda que sus ladrones hayan contratado a la ninja-
Sugirió su melliza que si estaba nerviosa, frotaba sus brazos de la misma forma.

-No lo creo, los clanes pertenecientes a los ninjas no caen de manera tan baja al ser contratados por cualqueira, son mercenarios y espías, pero de élites grandes o grupos especiales que rigen al emperador no de un grupo cualquiera de ladrones sin líder-
El maestro descartó aquello de inmediato.

-Con la escasez de la guerra son capaces de aceptar cualquier cosa-
Supuso Soshin tratando de encontrarle sentido a las cosas que había pasado.

-No los ninjas, tienen un orgullo muy inquebrantable-
Contradijo el maestro está vez arrodillandose en el suelo para reposar.

-¿Los conoce maestro?-
Cuestionó Shinobu un tanto confundida por el conocimiento que el maestro poseía acerca de esos grupos.

-Por lo general, me he topado con muchos en mi juventud cuando estaba todavía en el clan Tsukino. Los habíamos sorprendido haciendo actos de espionaje o haciéndose pasar por otros soldados, todo a petición de Shibasaki del clan Takai Yami-
Aquello que el maestro contaba provocaba que sus alumnos lo miraran con sopresa y atención queriendo saber más del asunto a lo que el maestro parecía darse cuenta de eso.
-Los espías eran de un clan en específico, el clan Kagezawa. Desconozco si la Kunoichi pertenece a ese mismo clan y si es así estamos en serios problemas-
Sostuvo su bastón con sus dos manos siendo evidente la preocupación que trataba de ocultar

-¿Porqué con ese clan en específico?-
Luego de estar todo ese rato solo escuchando Shiro fue quien cuestionó a su maestro.

Okamoto pareció pensarlo mucho antes de responder.

-El líder del clan, Takeshi Kagezawa tuvo muchos problemas con su padre pues Miyazaki asesinó e incluso torturó sin piedad a los discípulos de Takeshi-
No se sintió para nada bien confesar eso mucho menos al ver la expresión de desagrado que los chicos mostraron, cada quien de manera diferente, no estaban orgullosos de muchas cosas que su padre había hecho a lo largo de su vida.
-No estoy orgulloso de esta parte de la historia-
Confesó para después dar un largo suspiro, a ninguno en ese lugar le gustaba recordar las atrocidades cometidas por el clan Tsukino en su tiempo.

-Kagezawa es un líder muy resentido sobretodo cuando asesinaron a sus discípulos, el asunto con él y su padre ya no era por conflictos de guerra o negocios sino personal hasta que un día llegó muy lejos-

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Hace dieciséis años.

La dinastía Tsukino estaba en su momento más próspero al ser uno de los mayores clanes que dominaba la región Honsu al lado del clan Sakurai de Yokohama y el clan Takai Yami de Shibasaki.
Este último había generado conflicto con el Clan Tsukino ya que Shinsuke Shibasaki ex amigo de su padre le había declarado la guerra para recuperar lo que le pertenecía y que Miyazaki Takeuchi le había arrebatado, Miyazaki tampoco fue un santo mucho menos cuando la ambición lo invadió, hizo muchas cosas cuestionables para mantener a su clan, región y familia a salvo.
Shibasaki hacía de todo para perjudicarlo Pero una noche había rebasado los límites mismos que la guerra se encargaba de esconder al tratarse de una batalla de poder entre dos grandes dinastías así que para ellos no existían los límites.