Capítulo 10

170 18 4
                                    

John

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

John

Cuando salió de la velada, el carruaje ya se había ido. No pudo alcanzarla, apretó su puño, le molestaba no haberlo hecho y no sabía por qué.

Tampoco sabía que había pasado exactamente, pero se percató de la conmoción a lo lejos. Cuando la vio salir apresurada con el vestido mojado, se apresuró a correr tras ella. Tenia que actuar como un marido preocupado y eso hizo. Por eso mismo se encontraba ahí.

—Pregúntale que sucedió. —Escucho decir desde atrás. Ahí vio a su madre, al parecer también ya iba a irse. —No seas frio con ella. —Le recomendó. Y eso le molesto, ¿Acaso sabía lo que pasaba entre ellos? ¿Daisy se lo había contado? Era algo que mantenían en secreto.

—Intento ser un esposo perfecto. —Respondió. Su madre le sonrió de lado.

—Uno que probablemente no note sus defectos. —Dijo. Y eso lo dejo pensando.

—Nos vamos. —Pronuncio su padre. —Habla con tu esposa. —Pronunció algo similar. Solo asintió.

¿Hablar? Era algo que había evitado tanto como sea posible. Desde que marco las distancias, se había rehusado a compartir tiempo con ella. Al final no serían más que desconocidos, no debían generar lazos de ningún tipo y como dijo desde el inició no podían tener sentimientos.

Sus padres se fueron, y también el lo hizo, no tenía nada más que hacer ahí. Se mentía a si mismo si decía que no estaba preocupado, quería saber que había pasado para que Daisy acabará así, eso no ocurría, siempre era mujer tranquila, amigable con su alrededor. Hoy parecía conmocionada, una faceta que no había visto de ella durante todos estos años.

Cuando llego a su casa, ahí estaba el Señor Corren.

—Señor Bertham... —Dijo.

—¿Ella esta bien? —Le pregunto.

—No lo sé señor, cuando llegamos fue corriendo hacia dentro.

Asintió.

—Gracias por traerla a casa. — Corren asintió. Y él entró, subió los escalones y antes de ir a su cuarto, vio aquella puerta que había abierto una sola vez, esa noche que había marcado sus distancias. Tenía la manija en la mano ¿Qué debería hacer? ¿Seguir actuando como un marido preocupado? Ya no estaban sobre las miradas de todos.

"Habla con tu esposa" Resonó en su cabeza. Frunció el ceño. No era algo fácil de hacer, pero no podía dejar las cosas así. Podía ser el peor hombre por todas las cosas que hizo, pero no era un canalla sin empatía.

Se acercó a la puerta de ese cuarto y la abrió con cuidado. No había ningún tipo de ruido, abrió un poco más y ahí vio su cuerpo, se encontraba tirada en suelo y a lo lejos podía notar que estaba dormida, eso le alivio por algún motivo.

Entró, solo iría a levantarla, no debería dormir en el suelo ni de esa forma. Mientras se acercaba notó que estaba a medio cambiar. Desvió la mirada, no tenía que verla. Se agacho para alzarla. No quería que se levantará, eso complicaría el explicar muchas cosas y todo sería malinterpretado, no quería que ella notará su interés.

Deseos del CorazónWhere stories live. Discover now