Pesadilla (Anti-romántico / EN EMISIÓN)

Capitulo 8 Los tres hermanos

—¡Encontré la foto de mis hijos sosteniendo a su hermana de dos meses de nacida! —se expresó Mikoto con emoción por mostrar la foto que estaba dentro de uno de los cinco libros de fotografías sobre la mesita de centro de su adorable salita privada.

Sakura tomó la foto de las manos de Mikoto para mirar a dos adorables niños de cabelleras oscuras sostenido con cuidado a una bebé recién nacida envuelta en una manta rosa con el mismo tono de cabello que sus hermanos de nueve y doce.

—Se ven lindos los tres hermanos —dijo Sakura con una sonrisa sincera.

—Lo siguen siendo. Estoy segura que los tres tendrán los hijos más adorables jamás visto. ¿Qué opinas? ¿He sonado demasiado exagerada?

Ambas comparten el mismo lindo sofá al centro de la habitación decorada acogedora y elegante, frente a ellas, la dama de compañía de la señora ocupaba otro sofá para dos personas mientras acomoda el tercer libro de fotografías que acaban de ver. Ino en silencio escuchaba a la señora Uchiha y su acompañante.

—Es una foto adorable de los tres hermanos, y a lo que veo, los genes de su familia son demasiado fuertes. ¿Cuántos años tenían ambos hermanos en esta adorable fotografía? —preguntó Sakura por pura cortesía. A decir verdad comenzaba aburrirse de ver fotos de personas que no le interesaban o conocía. Para este momento ya sabía distinguir a los hermanos, aunque todas las fotos mostradas eran cuando niños. Extrañamente, aún no aparecían fotos más recientes de los tres hermanos, salvo de Sarada montando su majestuosa yegua blanca, y posando en los lugares más bellos de la propiedad de sus padres.

—En esta foto Sasuke tiene nueve años, y mi hijo mayor doce.

Y así continuaron, Mikoto explicando las foto y su contexto. A descripción de ella, Sasuke era inteligente y una persona seria de palabra, mientras Itachi era aún más inteligente, pero no se habla de su carácter como sí lo hacía de los otros dos. Sakura actuando interesada, pero no excesivamente para ocultar que no le interesaba tal información, siguió hasta que tomaron un descanso cuando a Mikoto se le llamó al despacho de su marido. El amor de madre y orgullo cambió instantáneamente en el rostro de la Uchiha en cuanto escuchó que era llamada por aquello persona que no dejaba verse a su invitada.

—Querido Ino, recoge todo y después acompaña a Sakura devuelta a la cabaña —llevó su vista a la pelirosa —, ¿nos acompañas otra vez a cenar?

No tenía objeción para declinar la invitación. Seguía esperando la llegada de su padre, o la noticia de que venía en camino. De momento no tenía otra alternativa que aceptar la invitación de la señora de la casa.

—Aquí estaré más tarde. Espero poder ver los libros de la boda de Sarada, y el suyo en su día de bodas —una vez más lo hizo por cortesía.

Sospechaba que el último libro de fotografías pertenecían a la boda reciente por lo nuevo que lucía el libro grande, pero por interrupción no llegaron a verlo. Cuando Mikoto abandonó la habitación, Ino pidió tiempo para guardar los libros de fotografías.

—Toma tu tiempo —dijo Sakura poniéndose de pie para estirar sus piernas. —¿De casualidad es esta habitación hay un teléfono que pueda usar? Quisiera hacer una llamada a casa.

Este pequeño plan lo había preparado con anticipación, pedir el teléfono para llamar a casa con el fin de apresurar a su padre. No tenía idea cuál sería la reacción de Mikoto al pedir usar el teléfono. Ino al no recibir órdenes de negarse a ello mencionó que en esa habitación no contaba con teléfono, pero que al final del pasillo podía encontrar uno sobre un esquinero. También le dio el número de extensión para las llamadas fuera de la mansión.

Sakura aprovecho esta suerte de hacer una llamada sin la necesidad de preguntarle a Sasuke. Ayer en la noche fue la última vez que lo vio, hasta la hora que era aún no tenía el desagrado de verle. Mikoto comunicó que estaba ocupado fuera de la propiedad como si ella hubiera preguntado por su paradero.