Mi amigo se volvió un villano | Rof@an

Capítulo 37

Hoy, Duen seguía en el mismo sitio cuando abrí la puerta de la biblioteca.

Su rostro, que estaba leyendo un libro, se volvió hacia mí, como si sintiera mi presencia.

—Creo que nos vemos muy a menudo. No soy sólo yo, ¿verdad?

Se rió con un sonido hueco.

— Oh, ¿no lo creo...?

Como dijo mi superior, ya era la tercera vez que me encontraba con él, contando el encuentro de ayer y el de hoy. Ya que nos encontramos tres veces en un día o dos, tenía sentido que mi superior bromeara así.

—Senior, ¿te quedas en la biblioteca todos los días?

¿Va a conferencias...?

Yo también voy aquí, pero ¿no es extraño que se siente en el mismo asiento cada vez que vengo...?

Cuando no pude resistir mi curiosidad y pregunté, Duen sacudió la cabeza de inmediato.

—Voy a las clases puntualmente. El resto del tiempo lo paso aquí.

Pasa una página del libro que está leyendo. Lee un libro mientras habla conmigo. Parece muy eficiente haciendo varias tareas a la vez.

—No creo que pueda terminar de leer el libro que me prestaron ayer...

De repente, la cabeza de Duen se volvió hacia mí. Los ojos del mayor seguían tapados por su flequillo, así que no pude verlos.

—Tengo una cita por la noche, así que pienso hacer algo de tiempo hasta entonces.

A diferencia de ayer, había algunas personas en la biblioteca. Unas cinco personas.

Yo también escudriñé con la mirada los asientos vacíos para encontrar un sitio donde sentarme.

—Si piensas leer el libro, ve a sentarte en la esquina todo lo que puedas.

Reconociendo mi intención, Duen señaló con el dedo el extremo de la ventana.

—¿...? Sí.

—Ese libro significa "este libro", ¿verdad?

Extrañamente, parecía estar interesado en el libro que tomé prestado, e incluso me dio un extraño consejo.

No sé qué tipo de consejo está tratando de darme. Sin embargo, le di las gracias brevemente y me dirigí al asiento que me había dicho mi superior y me senté.

Entonces abrí el libro con reverencia. Después de abrir la última parte que leí, puse los ojos en blanco con fuerza y escaneé las letras del libro.

Vaya, ya no es divertido.

(...)

De repente, volví en mí, y había un jardín de flores a mi alrededor. No era un lugar desconocido. De hecho, era bastante familiar. Era el jardín del Duque Marsen.

'¿No estaba yo en la academia?'

Obviamente, estaba leyendo un libro en la Biblioteca de la Academia hasta hace un rato. Pero de repente, estoy en la mansión del Duque Marsen.

Esto es probablemente un sueño. Si pienso que es un sueño, no es tan extraño que esté en el jardín del duque Marsen, donde jugaba a menudo de niña.

'Supongo que iba allí a menudo. No estoy en nuestra mansión, sino en la de Liel...'

Naturalmente, me vino a la mente mi diligente trabajo del pasado. Por supuesto, no creo que todo lo que he hecho hasta ahora haya sido en vano.

¡Más bien, debido a mis esfuerzos, no hubo ningún intercambio significativo entre Liel y hermana Dioleta !

Mmmh, tal vez.