Capítulo 4

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Liel también está durmiendo, ¿debería irme a casa?

Antes de darme cuenta, Liel estaba dormido.

Se sintió somnoliento después de tomar el medicamento.

Liel nunca me soltó la mano ni siquiera mientras dormía.

Miré a Liel que dormía y agonizaba.

¿No volvería a llorar Liel si le soltaba la mano y me iba a casa?

Estoy seguro de que llorará porque estoy haciendo dos cosas al mismo tiempo que no le gustan.

Miré por la ventana pensando en qué hacer. El sol todavía brillaba, y era temprano para regresar.

¿Dormimos juntos?

Fue una muy buena idea.

Después de dejar de lado mis preocupaciones, inmediatamente levanté la manta y me metí en la gran cama de Liel.

Fue posible porque Liel y yo éramos jóvenes.

Acostado sobre el lado derecho de Liel, pude experimentar cuán cálida era la temperatura corporal de este niño.

Como la manta suave y la temperatura corporal cálida se combinaron, comencé a dormirme poco después.

Entonces, de repente, abrí mucho los ojos al recordar que el tatuaje de serpiente de Liel estaba en su tobillo derecho.

Anteriormente, pasé por mi estudio hace unos días para investigar los tatuajes de serpientes, pero no encontré nada.

En primer lugar, había muy pocos libros sobre el diablo en nuestro estudio. Hasta el punto de que buscaba un libro todos los días.

Levanté mi manta en secreto, recordando los esfuerzos inútiles del pasado. Pude ver el tobillo de Liel con los pantalones levantados sobre la manta oscura.

El entorno oscuro y los tatuajes de serpientes asimilados mostraban vagamente su existencia.

Mientras tanto, Liel no dio vueltas y se durmió tranquilamente.

¿Debería al menos leer un libro sobre serpientes...?

Pero, ¿es esta 'serpiente' en realidad una serpiente...?

(...)

—Lu...

Escuché una voz familiar en mi sueño.

—Lucy.

—Em...

El dueño de la voz agarró mi hombro y lo sacudió suavemente como si tratara de despertarme.

Incapaz de ignorar más la serie de insistencia, abrí los ojos y comprobé quién me estaba despertando.

—Hermana**

N/T: Lucy se refiere a Dioleta como Unnie, no son hermana de sangre, pero se refiere así por qué es mayor que ella.

La irritación que había surgido durante un tiempo se desvaneció.

Incapaz de superar el aturdimiento del sueño, murmuré y llamé a Dioleta, y ella dijo con una sonrisa tranquila.

—Lucy, si duermes demasiado, no podrás dormir más tarde en la noche.

La razón por la que me desperté fue por un sonido.

Entonces de repente me pregunté.

¿Qué hora es para que ella diga eso?

Frotándome los ojos, me levanté de mi asiento y miré por la ventana. El exterior de la ventana ya estaba oscuro.

En un instante, mi sueño se fue.

Mi amigo se volvió un villano | Rof@an Where stories live. Discover now