MIDGARD: Un mundo antiguo Parte 1

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Josie sintió una descarga eléctrica alrededor de todo su cuerpo, miro los ojos de aquel dios, y lo odio con todo su corazón. La proyección de Amelia era tan real que podía sentir la daga dentro de su cuerpo, sentir la sangre caliente brotar de su herida. Era tal como le habían dicho, su sangre había reaccionado a la presencia de Ares, que a pesar de no ser su cuerpo real, su alma había reaccionado.

Josie podía sentir como su alma se trasladaba a otro tiempo. No sabía cómo, pero por alguna extraña razón sabía dónde estaba, le era tan familiar aquel ambiente, que cuando abrió los ojos, se vio a sí misma en otro cuerpo. Era una mujer de tez blanca, una larga cabellera negra y  llevaba en su frente dos pequeñas líneas, simbolizando el signo de su aquelarre.

— ¡¡Gema!! ¡¡Gema!! ¿Todavía sigues dormida?, hoy es el ritual recuerdas— dijo una mujer de cabello castaño, que entro a su habitación quitándole las sábanas de encima— tienes que prepararte, porque hoy querida hermana, cumplimos 22 años

— ¿Lizzie? — pensó Josie

Tenía otro rostro, era de cabello castaño y ojos azules, pero sabía que era ella. Su alma podía reconocer  a su otra mitad. Iris, llevaba una túnica de tela ligera y rectangular que le cubría los hombros, hasta llegar hasta sus tobillos, y por cómo se vestía sabía que se encontraba en la antigua Grecia. En un pueblo apartado de Acrópolis, una ciudad que estaba cerca del templo de la diosa Atenea. Su aquelarre al parecer, era uno de las pocas brujas que habían aceptado tener una tregua con la diosa, ya que aquella tierras ocupadas por sus ancestros, no las abandonarían tan fácilmente

Su pueblo estaba distanciada de los demás pueblos, para hacer sus rituales seguros y practicar sus costumbres sin miedo alguno. Josie era una observadora, miraba a través de los ojos de su vida anterior, como a pesar de los años, mantenía un lazo fuerte con su hermana gemela y como antes de ser un aquelarre maldito, eran capaces de quitar las maldiciones de los seres sobrenaturales. Vampiros, hombres lobo venían del otro lado del mundo solo para tener paz y convertirse en lo que un día habían perdido, su humanidad.

Lizzie, o mejor dicho iris, la llevaba con las lideres de su aquelarre para tener su bendición como las siguientes en la línea de sucesión.

— Gema compórtate por favor, sé que no te gusta seguir las reglas o seguir la autoridad— deteniéndose en seco— pero nuestro aquelarre depende de nosotras, esta noche las lideres de los demás aquelarres vendrán para presentar sus ofrendas y...

— Y tenemos que mostrarles que somos maduras, sabias, para llevar esta gran responsabilidad sobre nuestros hombros...lo sé, lo se...me comportare— tomando con delicadeza la cabeza de su hermana y besando su frente

— Me tranquiliza saber que te lo estas tomando enserio— mirando la puerta que estaba enfrente de ellas, suspiro y puso la mejor sonrisa que podía hacer— ¿lista?

Gema asintió y ambas entraron al gran salón.

— ¡Entren hijas mías! — hablaron al unisonó dos mujeres de edad avanzada.

Una de ellas, llamada Larissa, tenía el cabello corto y ondulado, de tez blanca y con varias canas que cubrían todo su cabello. Tenía un vestido negro y una tiara hecha de flores blancas, mientras que su hermana gemela, Nerea, tenía un vestido blanco y una tiara hecha de hojas secas, puesto sobre su cabellera blanca. Ambas mujeres estaban paradas enfrente del gran salón, alrededor de las personas más sabías de su aquelarre, algunos mirándolos con duda, otros con optimismo y muy pocos no creían que gema tomara enserio el cargo que representaría, ella era demasiada rebelde y liberal, y no seguía las costumbres de su Aquelarre, todo lo contrario a su hermana, Iris, quien la mayoría confiaba que ella ganara la batalla de voluntades. No solo era responsable, empática, si no también era leal e ingeniosa, rasgos que su hermana carecía.

Todos en el Aquelarre creían que Gema era demasiado fría y calculadora para ser la líder, muchas veces había demostrado no tener remordimiento alguno cuando mataba, muchos creían que hasta lo disfrutaba. Si, gema era temida, pero también respetada dentro de su Aquelarre ya que muy pocos podían contratacar sus hechizos.

Por eso cuando ambas caminaron por ese largo pasillo, un largo silencio hizo presencia. Gema no les tomo atención y simplemente sonrió naturalmente, saludando a todos los de la sala, para luego hacer una reverencia ante las lideres del aquelarre.

— Hoy hijas mías están aquí— dijo Larissa callando los murmullos— para que todo nuestro aquelarre sea testigo de que ustedes serán las siguientes lideres de nuestro Aquelarre

— Y así traspasar el poder adquirido— quitándose la tiara de la cabeza, Nerea la puso entre sus manos y se la coloco a Iris sobre su cabeza— a las nuevas generaciones, una de ustedes será la luz, que llevará paz y tranquilidad a muchas almas

— Y la otra—haciendo lo mismo Larissa con gema— será la guardiana de nuestro aquelarre. Pero juntas serán las que le den a nuestro Aquelarre, el verdadero poder... ¡ESTA NOCHE INICIARA EL RITUAL Y LE DAREMOS LA BIENVENIDA A NUESTRAS HERMANAS!

— ¡El AQUELARRE ZODIACAL ESTARA REUNIDO NUEVAMENTE! REGONCIGENSE HERMANAS

Las ovaciones y los gritos de alegría resonaron por toda la sala. Gema vio como mujeres las llevaban a ella y a su hermana, a habitaciones separadas. Estarían solas hasta que la luna llena estuviera en el punto mas alto.

Sus manos le sudaban y no podía evitar sentirse nerviosa, sabía que, si ellas no eran elegidas, morirían.

— ¿Estas nerviosa? — dijo iris abrazando a Gema, tranquilizándola

— Si

Gema pudo sentir la calidez del cuerpo de su hermana en el suyo, y eso la tranquilizo, porque, aunque estuvieran separas, eran una sola alma. No importa donde estuvieran, ella siempre seria parte de Iris e Iris parte de ella. Eso era algo que los gemelos géminis solamente compartían y algo que agradecía infinitamente.

— Te vere del otro lado — desapareciendo

Cuando Gema vio la luz de la luna filtrarse en su habitación, fue cuando los tambores empezaron a tocar al unisonó y las lideres del aquelarre empezaron a cantar

Oh madre tierra a ti pertenecemos

Oh madre tierra a ti pertenecemos

La puerta señada con magia, fue abriéndose lentamente, señal de que el ritual había empezado.

Y ti finalmente volveremos


Las brujas malditasWhere stories live. Discover now