MIDGARD: LIZZIE

37 0 0
                                    


Lizzie estaba ayudándole a su madre, Caroline, la nueva directora, a organizar la bienvenida a los alumnos de nuevo ingreso a la Escuela Salvatore, una escuela que estaba orgullosa de aceptar a cualquier persona que tuviera cualidades sobrenaturales.

Su vida después de matar junto con hope y sus amigos, al dios Kilian, había cambiado de mucho. Pero algo que agradecía todos los días, era el no tener que fusionarse con su hermana gemela ,Josie, el saber que ella tendría una vida normal y feliz como cualquier otra persona le hacía soportar su nueva inmortalidad.

 Jamás se había puesto a pensar con demasiada seriedad que ya no envejecería y que tendría que ver morir a las personas que amaba, esos pensamientos habían surgido en su mente con esa nueva tranquilidad. Como el de sentirse culpable por preguntarse si debía seguir en aquella escuela, parte de ella quería saber que había más allá del horizonte que miraba cada día. Ahora tenia todo el tiempo del mundo para hacerlo con la persona que amaba.

 Pero sabía que aún no estaba lista, aun no dominaba por completo la sed de sangre que tenía, sus instintos asesinos que venían del ser un vampiro.

Caminaba por los alrededores de la escuela, pensando que no faltaba mucho para que se acercara su cumpleaños número 22. El día donde un par de gemelos que nacen en el aquelarre géminis, se someten a la ceremonia de combinación, donde el más fuerte reclama el poder y el alma del otro, ganando así el liderazgo y el doble de fuerza que tenía anteriormente, a cambio de que el gemelo más débil muriera como resultado.

Desde el día que se enteraron, ella y Josie lo consideraron como una maldición, ya que cada generación tenia que nacer un nuevo par de gemelos, en caso de que el líder muriera y pudieran así heredar el poder a la siguiente generación  . Ya que su muerte, era condenar a todo su aquelarre, ya que todas las personas en el estaban ligadas a la vida del gemelo sobreviviente. Y si moría, todos en su aquelarre morirían con él. Eso era lo que había pasado anteriormente, su tío psicópata, Kai Parker, lo había hecho.

Se había encargado de hacer hasta lo imposible para tener el liderazgo solo para que al final, se suicidara en la boda de sus padres. Todos los del aquelarre murieron esa noche, pero no sin antes de realizar un hechizo de transferencia, donde ella y su hermana pasaron de estar en el vientre de su madre Josseth Laughlin a la del vientre de Caroline Forbes.

En su mente existía la duda si había más miembros que habían nacido como ellas, en madres sustitutas y que no sabían de sus orígenes ni de la maldición. Entonces ¿Qué pasaba si no había otro par de gemelos para ser el ritual? ¿Josie moriría? Ella a un era una humana. Se enojaba cada vez que pensaba en aquellas preguntas que no dejaban de atormentarla, ya que carecían de respuestas. Sabía que quedaría tranquila el día que Josie cumpliera los 22 años y un día. Así tal vez podría irse con MG a explorar y ver el mundo.

Entonces Lizzie sintió de repente una fuerte excitación y dolor en todo su cuerpo, era como si la quemaran viva por dentro. El olor a sangre la estaba llamando, podía observar al hombre que estaba a metros de ella, sobre la carretera principal que llevaba a Mystic Falls, ver como se había cortado con una de las piezas del motor que estaba arreglando. Sabía que, si llegaba hasta él, nadie podría salvarlo, seria rápida y no le causaría dolor alguno.

— ¡Que estoy diciendo! — se dijo Lizzie a sí misma— pensé que nadie llegaba hasta estos lugares.

Sus pupilas se dilataron más, tornándose totalmente negras y vacías, pequeñas venas resaltaban en sus ojos, viéndose como en el depredador que era, asechando aquel muchacho. Cuando volvió a respirar, el olor a sangre se impregno más en su nariz, haciendo casi imposible resistirse. Sus colmillos empezaron a crecer y el hambre creció más en ella.

— ¿Por qué tiene que doler tanto?

Lizzie intento usar toda su fuerza de voluntad para escaparse de ahí, pero entre más lo intentaba, la sangre la arrastraba aún más. Era como soga alrededor de su cuello que no permitía que caminara unos cuantos pasos. Intentaba con todo su ser mantener la cordura, pero su instinto le decía que succionara toda la sangre de aquel hombre. Ese lado oscuro de ella que no había querido conocer, pero que ahora salía y reclamaba sangre.

Sangre inocente.

En un momento a otro estaba en los terrenos de las montañas, y después estaba en la carretera principal a metros de su inocente víctima. El sol se empezaba a ocultarse y el silencio empezaba a reinar sobre el bosque, Lizzie se acercó caminando lentamente hacia él, sin que se diera cuenta, podía escuchar su corazón palpitar con fuerza mientras apretaba su frágil cuello con su mano. Era doloroso, pero a la vez tan embriagador poder arrebatarle la vida, lo llevaría tan profundo en el bosque que nadie escucharía sus gritos. Lizzie se acercó a su cuello, mordiéndolo y probando por primera vez la sangre como depredadora.

Sin embargo, su felicidad no duro mucho, hope la había tomado del cuello y estampado contra un árbol.

— ¿Qué crees que haces? — le dijo hope volteando a ver si el muchacho se encontraba bien

— alimentándome— sonriéndole, mientras le mostraba la sangre que estaban sobre sus colmillos—porque no me dijiste que cazar era mucho mejor que beber sangre en bolsas, ¡vamos hope! Sabes que tú también lo deseas, puedo escuchar tu corazón latir rápidamente, después de todo eres hija de tu padre. Una asesina por naturaleza, dime ¿A cuántos inocentes mataste? Cuando apagaste tu humanidad

— A muchos y por eso no permitiré que lo hagas

— Sabes— sonriéndole, mientras la tocaba suavemente con su mano— debiste haberme matado entonces cuando tuviste la oportunidad— y sin penarlo dos veces conjuro un hechizo que le rompió el cuello aquel muchacho, cayendo este al suelo, con su mirada perdida— ya no seré tan fácil de matar hope— absorbiendo rápidamente el poder de hope— con el tiempo e aprendido a dominar mi poder

— Lizzie...para

— Ahora tengo la oportunidad de pagarte por lo que me hiciste, de pagar vida por vida

La piel de hope se empezaba a tornar pálida, sin vida. Pero de aquella oscura noche, caroline apareció en frente de su hija, rompiéndole el cuello.  

Las brujas malditasOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz