(Algunas) Primeras veces

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Regresar a clases después de unas largas vacaciones puede ser difícil, especialmente en la universidad; implica retomar un ritmo de vida y rutina estresantes, llenos de pendientes, y, en ese sentido, los miembros de Morat no eran diferentes al resto de chicos de su edad, por ello, decidieron tomarse un par de días antes de retomar los ensayos, a fin de acomodar sus tiempos para no tener problemas ajustando su rutina a los ensayos; sin embargo, al igual que pasa con las vacaciones, el retomar actividades después de un descanso, por corto que este sea, implica alguna clase de reajuste inicial y en este caso, no fue la excepción, así que en el siguiente ensayo, Isaza fue el primero en llegar.

- Ah, Isaza, no esperaba verlo tan pronto. Siga, siga -dijo Martín recibiendo al chico en la puerta

- Sí, es que con lo del evento quiero aprovechar todo el tiempo, ¿Alejo está ya en el garaje?

- Uy, no, hoy justamente Alejo no ha llegado, aunque tampoco creo que tarde mucho

- Uy, no, algo me suena mal

- Pensemos positivo ja, ja

- Un poco difícil con el tiempo que tenemos, Marto, pero bueno, ¿Simón estará listo?

- Llegó medio silencioso y hace poco se estaba duchando, así que no le pregunté

- Entiendo, no pues, de banda pasamos a dúo

- ¿Por qué no le llama a Alejo y a Villa?

- No, no quiero molestar, sus motivos tendrán, igual aún estamos en tiempo

- Ja, ja, bueno, vea, lo acompaño y empiezo a tocar con usted para que haga algo y se tranquilice

- ¿No tiene algo más que deba hacer?

- Yo creo que igual de pronto puede esperar si eso evita que le de un colapso

- Ja, ja, ¿Seguro?

- Sí, sí, vamos; y le toco mi superpandero para la canción

- Ja, ja, ja, muchas gracias, Marto. Lo amo, se merece... lo que quiera

- Ay, ya, si no es para tanto

- Gracias

- Si me sigue agradeciendo me voy a arrepentir

- Bueno, pues, de nada entonces

- Ja, ja, ja, vaya mientras llevo el pandero

- No, no, usted ya dijo una cosa y ahora la mantiene, vamos así

Ambos chicos rieron mientras se dirigían al garage. Comenzaron a prepararse y a acordar lo que harían primero, y en medio de la conversación, Simón apareció

- Perdone la tardanza, Alejo... -dijo Simón entrando a la habitación- ¿Isaza? -preguntó extrañado mirando al chico

- Un gusto verlo también, Moncho -dijo burlón el chico

- No, no, es que no me esperaba verlo aquí tan pronto, ¿Y Alejo?

- Hoy no ha llegado

- ¿Cómo así?

- ¿No le dijo nada?

- No, no

- Uy, ¿Habrá pasado algo?

- Esperemos que no, lo voy a llamar

- Vaya, vaya

Simón salió de la habitación en busca del teléfono, momento en el que alguien llamó a la puerta

Nuestras Canciones (Sobre El Amor Y Sus Efectos Secundarios) || MoratOù les histoires vivent. Découvrez maintenant