Una cita en blanco y negro

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Simón resultaba ser un joven bastante particular para sus iguales, quienes solían percibirlo, por un lado, como un clásico nerd sacado directamente de las cintas que le dieran vida al estereotipo, (lo cual solía verse "confirmado" cuando el chico hablaba de sus gustos: libros, películas o música que ninguno de aquellos a quienes les contaba parecían conocer); por otro lado, había una percepción diametralmente distinta sobre quién era Simón Vargas, el metalero aparentemente anarquista que tocaba en una banda y no tenía problema con enfrentar a la autoridad ni cuestionar todo lo que viniera de ella. Sin embargo, lo cierto era que Simón, como los otros chicos, solo era un joven igual de confundido que cada uno de ellos, que no venía de un manual de comportamiento ni tenía todas las respuestas y que tenía tanto o más miedo al rechazo que cualquiera de ellos.

Durante la tarde de ese día, en un pequeño cine cerca del centro Simón y Julio estaban a punto de tener otra cita, y qué mejor idea que ver una película, especialmente si se trata de una romántica. A Simón le gustaba especialmente ese cine porque en muchas ocasiones proyectaban películas antiguas, y muchas de ellas solían ser de sus favoritas o, cuando no, podían llegar a serlo, así que, ¿Por qué no llevar a uno de sus lugares favoritos a una de sus personas favoritas?

Julio llegó a la hora acordada, no muy seguro de si se trataba del lugar correcto, ya que no conocía el cine ni tampoco la zona muy bien, además de que no veía a Simón por ningún lado, lo cual le resultaba extraño, puesto que Simón solía llegar a tiempo o avisar cuando se iba a retrasar, sin embargo, ese día, no había recibido ningún mensaje ni llamada del chico, así que comenzó a preocuparse de haber llegado al lugar equivocado, o haberse olvidado de algún cambio de planes. A pesar de sus preocupaciones, a Julio le daba algo de pena llamar a Simón para preguntarle sobre su cita, no quería que pensara que era un distraído ni mucho menos, prefería esperarlo unos momentos más antes de irse o tener que preguntar.

Pasando unos momentos, Julio tomó la decisión de llamar, comenzó a escribir el número cuando un muy agitado Simón lo sorprendió

— ¡Hey! Perdone la tardanza, había llegado a tiempo, pero se me atravesó un asunto

— ¿Cómo así? ¿Todo bien?

Simón recobró la compostura y de detrás de su espalda comenzó a mostrar una flor mientras esbozaba una sonrisa

— Pensé que sería un lindo detalle

Julio soltó una pequeña risa y tomó la flor que le tendía; ambos ingresaron al cine, y una vez dentro Simón le pidió a Julio que esperara mientras compraba los boletos, Julio se ofreció a pagar el suyo, pero Simón le aseguró que no había ningún problema y se acercó a la taquilla.

— Usted de plano se tomó muy serio lo de impresionar —dijo Julio una vez regresó Simón 

— Puede ser —respondió este juguetón

— Y ¿Qué vamos a ver?

— Uff, una muy buena

— Bueno, bueno

Cuando fue el momento de la función, los chicos ingresaron a la sala, tomaron asiento y comenzó la película. Simón muy emocionado le sonrió a Julio antes de prestarle su atención por completo a la película. Al desvanecerse la pantalla de inicio y al cabo de unos minutos, Julio preguntó

— Oiga, Moncho, ¿Es que esta es en blanco y negro?

— Sí

 — Usted como que tiene gustos medio raros

— Uy, pero le aseguro que esta es buenísima —respondió Simón en voz baja pero llena de emoción

— Ah, ya —respondió reacomodándose en su asiento

La película continuó y conforme avanzaba y Simón se reía de las bromas y disfrutaba de la cinta, Julio parecía cada vez más hastiado.

— ¿Todo bien? —preguntó Simón

— Sí, sí —respondió el chico con una sonrisa fingida

Cuando llegó el final de la película, después de lo que a Julio le pareció  una eternidad, no pudo evitar exclamar

 —¿Cómo así que ese es el final?

 — Sí  —respondió Simón sonriendo

 — Hijueputa, después de tanto para que termine en eso

 —Ja, ja, sí es un poquito frustrante, pero al final sigue siendo satisfactorio

Cuando los chicos salieron del cine decidieron caminar un poco antes de irse.

— ¿Qué le pareció? —preguntó Simón con una sonrisa

— Pues... No es mi estilo

— Sí, entiendo que de pronto no es para todos porque es en blanco y negro y eso, pero tiene que aceptar que para ser de hace tanto tiempo es muy buena —dijo todavía alegre

— Sí... está... está buena

— Uy, y ¿Qué le gustó más?

— Pues... el principio

— El inicio es muy bueno, ¿Qué del principio?

— Pues como todo el inicio

— ¿Por la narración? ¿O por las tomas? ¿O como por la forma de presentar al personaje?

— No sé

— Como que a usted le gusta más todo el complejo ¿No?

— Sí, sí, es eso

— Y ¿Qué opina de toda así como en general?

— Pues... está entretenida

Simón guardó silencio mientras su sonrisa se desvanecía lentamente

— No le gustó, ¿cierto?

 —¿Y es que a usted sí?  —preguntó Julio divertido a manera de broma

 — Pues, como ya había dicho, es de mis favoritas

 — Oh...

 —No importa

— Pues, igual... no es tanto así como que no me gustara, es que como que es en blanco y negro y no sé, como que cuesta trabajo prestarle atención

— Ah...

— Pero no significa que no sea buena

— No, sí, yo entiendo

 —No me lo tome a mal, Moncho, es que bueno, yo sabía que usted era medio raro y anda metido como en ondas underground, pero no me imaginé que así, mire que tener de favorita una película en blanco y negro, como que también me tomó desprevenido

 —Pues, es una película muy buena, casi un clásico en su país de origen, además está divertida

 —No, no, si yo no niego que pueda ser así, pero no sé, como que uno tiene que tener de verdad que ganas para verla ja, ja

 —Sí... De pronto es eso

 — Bueno, ¿Le provoca algo de comer?

 — Sí, sí, vamos

El resto de la cita, Simón intentó seguir actuando normal y que Julio no notara cómo le había hecho sentir lo que había pasado. Pasado un tiempo, aceptó que no iba a ser posible contimuar como si nada hubiera sucedido, así que ese día, la cita terminó pronto, con Simón yendo solo a casa con la mente llena de pensamientos y algo de tristeza. En el camino recibió un mensaje

Julio: La siguiente vez es mi turno y yo invito, veamos una película de este siglo ;) 

Decidió no responder


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Miércoles, Jueves o VIERNES quizá, ja, ja

Capítulo (ligeramente) más corto pero a tiempo para cerrar

la semana "Yo más te adoro"

Nuestras Canciones (Sobre El Amor Y Sus Efectos Secundarios) || MoratDonde viven las historias. Descúbrelo ahora