Beso de año nuevo

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<<Maldita Madison y su maldita fiesta, su maldito cabello pelirrojo sedoso, sus malditos labios rojizos, su maldita feminidad y... >>

La inseguridad me estaba matando, me estaba comiendo por dentro. Y si Elías ignoraba el tema o evitaba llevarme a algunos lugares no lo hacía menos difícil, solo me hacía pensar más y más en el tema, tanto que me estaba volviendo loco.

De por sí ya estaba medio defectuoso, ahora imaginense. 

—No lo sé Will, es la quinta vez que lo preguntas —me respondió Jessica por el teléfono, dándome avión como siempre, ¿era el único que se daba cuenta? —espera... —me cortó de repente — ¿fiesta de disfraces?

— ¡Sí! ¡Era hoy! Pero el maldito de Elías lo cambió para año nuevo, estoy seguro que es porque no quiere que vaya y yo...

Paré de hablar al notar que Jessica no emitía ningún ruido.

— ¿Me estás escuchando?

Escuché el sonido de que me había colgado. Mierda. 

Lancé el teléfono con frustración a la cama y me froté el rostro con enojo. Y Madison le hizo caso, ¿no se supone que ella no se dejaba mandar por nadie? 

<<¡Nadie iría a la fiesta en año nuevo!>> Pensé estúpidamente. 

Nadie me dijo que el que te gustara alguien tendría tantas secuelas. Tantos problemas. 

Una notificación en mi teléfono hizo que lo tomara de nuevo, apreté mis puños cuando leí el mensaje en la bandeja de entrada. 

Plátano🍌💕

¿Estás en casa?:)

The best.

Si.

Plátano🍌💕

¿Puedo verte?

The best.

Si es lo que quieres.

Plátano🍌💕

¿Estás molesto?, ¿conmigo?

No, no estaba molesto con él. Estaba molesto conmigo por si intentar estar molesto con él.

The best.

No.

Plátano🍌💕

No tardo, llego en media hora.

The best.

Ok.

No estaba "ok", ¿qué iba a decirle? No tenía una buena razón para estar enojado con él, no me había dado ni una sola razón. Y la última vez que nos vimos fue increíble, lo besé. ¡Por dios, lo besé! 

Y fue incluso mejor de lo que había imaginado por tanto tiempo, él lo hizo mejor.

Me besó como si eso fuera la mayor magia que existe. Y no pensé que algo pudiera arruinarlo, si no hubiera evitado a toda costa llevarme a esa fiesta. Me había fallado a mí y me había hecho fallarle a Gina (modo dramaqueen) 

Y sí, apareció en mi puerta, pero no treinta minutos después, sino que fueron 15. Su casa no estaba así de cerca de la mía, de hecho, cuando dijo que media hora me parecía muy poco. Estaba pensando muy seriamente que tal vez Elías si era mago. 

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