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Mina y Chaeyoung iban a cenar, aunque todavía no sabían donde, pues Chaeyoung no creía que fueran a tener hambre después del cine y por eso no reservo nada en ningún restaurante, y eso le daba bastante pena.
Llevaban quince minutos observando la zona de comida del mall, pero solo parecían haber lugares de comida rápida, no había otra opción. En eso, vieron que había una pizzeria que tenía aspecto a no ser de comida rápida, así que, entraron y se sentaron allí.
El ambiente era bastante lindo, se encontraban en el piso de arriba de este restaurante al lado de una grande ventana, en donde se podía observar la hermosa ciudad nocturna, acompañadas de la otra y de un vino tinto.
— ¿Pedimos pizzas separadas o una para cada una? —Chaeyoung preguntó mientras miraba la gran variedad de pizzas en el menú.
— Como gustes. —Mina respondió.— Podemos pedir una de margarita para las dos, si quieres.
— Por mi bien. —Le respondió, levanto la cabeza de esa gran carta y la miro.— A mi me gustan todos los tipos de pizza así que no me importa mucho. —Rio mientras dejaba la carta en la mesa.
— Yo soy más de artesanales, no muy llenas. —Dio un trago a su copa.— Por eso me gusta solo la Margarita.
— Por lo que veo eres un poco especial en la comida. —Bromeó.
— Pues sí, un poco. —Rieron.
Algo que no hicieron en toda la noche fue hablar de la última vez que se vieron, la vez en la que se besaron en ese parque.
Ambas no habían pensado mucho en ese tema, pero no querían tocar mucho el tema. No fue hasta que Mina pensó en eso, y, agarró coraje y decidió hablar de ese tema.
— Oye. —Dijo Mina. Chaeyoung giro la cabeza y la miro atenta.— Pues... ¿Recuerdas algo de la última vez que nos vimos? —Preguntó un tanto nerviosa.
— Oh, pues... —Trago un poco de saliva.— Sí, alguna cosa recuerdo. —Rio nerviosa.
— Y... ¿Recuerdas lo mismo que yo? —Volvió a preguntar.
— Pues, digamos que sí... —Dijo entre una risa nerviosa, para luego dar un trago de su vino.
— Veras, lo siento mucho. —Se disculpó.— No recuerdo mucho, solo que nos besamos y yo tome una foto.
— No te preocupes. —Respondió.— Es solo algo de amigas, al fin y al cabo así se agarra la confianza. —Bromeó.
