- ¡Seamos amigos!
- Mi-mirio, deberías... presentarte primero...
- Oh ¡Cierto!
~~~
-Relajaos chicos, seguro que el examen saldrá bien y entraremos los tres juntos a la UA.
Aunque ellos no sabían que ella no haría el examen junto a ellos.
~~~
- ¡Vaya...
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— Wow— dijo Mirio al ver a su amiga con gran sorpresa, mientras que Tamaki parecía haberse quedado mudo del asombro.
Frente a ellos se mostraba una Adara con una leve sonrisa avergonzada al ser el centro de atención, que jugaba con sus ahora cortos mechones de pelo.
Durante las vacaciones, había entrenado y ayudado a su padre casi todo el tiempo, por lo que su traje se había dañado bastante.
Al mismo tiempo, Melissa había avanzado mucho en su proyecto y necesitaba material con el que trabajar.
Así que Adara decidió darle su traje antiguo y algo de su pelo y utilizar la otra parte para hacerse un nuevo traje, ya que no sabía cuánto tiempo tardaría Melissa en finalizar su invento.
El rubio no tardó nada en salir de la sorpresa y alagar el nuevo aspecto de la Todoroki.
Ella le agradeció feliz y entonces llevó su mirada a Tamaki, quien seguía en silencio.
Había estado pensando mucho en cómo reaccionaría y de verdad que quería escuchar lo que él pensaba sobre el cambio.
El Amajiki notó la mirada azulada sobre él y se armó de valor para decirle su opinión.
— De verdad te queda muy bien— trató de sonar tranquilo, para que no notase sus nervios.
Aunque no se quedó ahí su aportación.
Durante las vacaciones, había pasado gran parte del tiempo intentando ganar más confianza y fuerza para poder estar junto a Adara.
— Estas... muy guapa...— consiguió decir juntando todo el valor que pudo, obligándose a no huir hacia una pared, aunque no pudo mantener su mirada alta, completamente sonrojado.
No era capaz de ver la reacción de la Todoroki por miedo a que no fuera la que esperaba.
Y Adara agradeció que él hubiera desviado su mirada, porque si no sería ella la que huiría a fundirse con una pared.
— Gracias— respondió emocionada en un tono bajo, con su rostro completamente rojo, y su mirada también en el suelo.
Sentía que su corazón iba a explotar, pero a la vez una gran felicidad recorría todo su cuerpo.
Mirio, que observaba la escena como si fuera una película, sólo podía sonreír, pensando que tal vez ellos mismo comenzarían a acercarse más.
