𝕄𝕚 𝕤𝕒𝕝𝕧𝕒𝕔𝕚𝕠𝕟 || Amajiki Tamaki ||

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Después de que todos volvieran de las prácticas, el tiempo continuó pasando, pero la situación del Amajiki con Adara no mejoraba, lo que fastidiaba a la Todoroki. 

Cada vez estaba más convencida de que el motivo por el que se comportaba así era por ella y le aterraba el hecho de que se alejase de ella. 

Él, junto a Mirio, habían sido las únicas dos personas que habían estado junto a Adara después de quedarse completamente sola. 

Eran muy importantes para ella. 

Siempre que estaba junto a Tamaki estaba tranquila. 

Él le transmitía una paz que no era capaz de alcanzar en otro lugar. 

Su casa siempre había sido un infierno ardiente que le consumía, pero Mirio y Tamaki eran un refugio en el que ella podía recuperarse sin miedo a que nada ocurriera, porque sabía que ellos estarían ahí para protegerle. 

Por eso, pensar en perder un pilar tan grande como él le aterraba. 

No quería perder esa tranquilidad que solo él podía transmitirle. 

Sin embargo, la ajetreada vida en la academia no le permitía hablar de forma correcta con él, además de que Tamaki huía cada vez que ella intentaba acercarse. 

Y, como si el tiempo volase, llegó el final del primer trimestre y, con él, el examen de evaluación.

Un ataque con rehenes. 

Kalama sacaba a los civiles capturados por el villano, mientras Umiko, bajo el nombre de heroína de Siren, capturaba con su agua todas las balas que Snipe disparaba, protegiendo así a los afectados. 

Viendo que conseguirían escapar, el profesor se las apañó para conseguir disparar a varios contenedores de agua que se encontraban en la zona industrializada en la que se llevaba a cabo el examen. 

Siren no podía ocuparse de ese agua mientras retenía las balas de Snipe y Adara no podía evaporarla sin dañar el lugar. 

Ectoplasm unió a ambas alumnas a propósito en un equipo y le pidió a Snipe que hiciera eso, para ver cómo se desenvolvían ellas. 

Su tutor quería ver si habían dejado todas sus diferencias atrás y ahora eran capaces de confiar la una en la otra como compañeras. 

Una gran ola de agua se abalanzaba contra Kalama y todos los civiles y no parecía haber forma de evitarla. 

La Todoroki no tardó en reaccionar, quemando una de las puertas del edificio más cercano, pidiéndole a todos que entrasen al edificio y se pusieran a salvo en las plantas más altas. 

Cambiaría el daño de toda la zona por una sola puerta derretida. 

Congelaría el agua con un fuego a baja temperatura.