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° En la vastedad del universo, el corazón humano bombea 7570 litros de sangre al día, un flujo vital que, en su silencioso recorrido, podría llenar el tanque de la nave más audaz, llevándonos desde la tierra hasta la luna. Así es el amor de los más sanos, un viaje constante, impulsado por la fuerza incansable de un corazón que no conoce distancias ni límites. °


Sábado 24 de febrero, 2001

Beatriz se encontraba sentada en el sofá de su silencioso apartamento, observando con nerviosismo el teléfono que sostenía entre sus manos, desde hace un poco más de quince minutos.

Su mente divagaba y sus extremidades temblaban, habían transcurrido ya dos días desde el viaje de Daniel y no había tenido noticia alguna sobre su llegada, que viniera por su propia boca, se sentía miserable y vacía, aunque para su fortunio pudo calmar un poco sus nervios luego de que con la ayuda de Aura María se contactó con la aerolínea y le informaron que el vuelo había llegado a su destino sin inconvenientes, sin embargo logro respirar "totalmente" tranquila luego de que Marcela la llamo para informarle que el castaño se encontraba perfectamente hospedado en el hotel y que su primera junta con los ejecutivos del Fashion Group sería el día lunes, en las horas de la tarde.

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El apartamento se sentía desolado, sin Blas que corriera por aquí y por allá parloteando en un idioma inentendible para ellos o un Daniel que le preguntaba cada cierto tiempo que quería de cenar o si quería conversar, ahora sus palabras resonaban en su cabeza y su carta reposaba sobre su regazo, ... el silencio es un mal consejero, se justificó tras tomar la difícil pero necesaria decisión de desahogarse y si eso implicaba contarle la verdad a alguna de sus amigas, pues lo haría, decidida en que llamaría esa misma tarde a Catalina.
No podía seguir guardando el secreto que la estaba consumiendo por dentro.

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Marcó el número de la rubia, que por lo que sabía se encontraba en Barranquilla junto a Michell trabajando. Esperó unos segundos hasta ser redirigida al buzón de voz, convenciéndose de insistir una segunda vez o declinar por obra del destino que le daba señales, bueno o así fue hasta que escuchó la angelical voz de la mujer al otro lado de la línea.

- Betty, hola, ¿qué tal?, dijo Catalina con su característica alegría.

- Buenas tardes, Doña Catalina, ¿cómo está? ... ¿Está ocupada? ... Porque puedo llamarlo más tarde, respondió Beatriz con timidez.

- Bien, bien, Betty aquí terminando unos asuntos, ¿Y tú? ¿Cómo va todo por Ecomoda?, indagante preguntó Catalina.

- Pues bien, dudó, bueno... No tan bien, como me gustaría, la verdad, admitió Beatriz, bajando la voz.

- ¿Qué pasa, Betty? ¿Hay algún problema?, indagó con signos de preocupación, notando el tono de su amiga.

- Sí, hay un problema... y me carcome, confesó Beatriz, respirando hondo.

- ¿De qué se trata, Betty? ¿Es algo de la empresa? ... O ... ¿es algo personal?, dudó Catalina paciente.

- Es algo personal, Doña Catalina... y tiene que ver con Daniel y conmigo, reveló la morena, con nuestro matrimonio, hablo soltando el inicio de aquella bomba canónica.

- ¿Con Daniel? ¿Qué pasa con Daniel? ¿Te hizo algo?, preguntó entre la sorpresa y el susto.

- No Doña Catalina tranquila, pero yo... yo necesito hablar con usted. Necesito contarle algo muy importante. Algo que me está matando por dentro, hablo Beatriz con su conocida exageración y con voz quebradiza.

- Betty, me estás asustando. ¿Qué es lo que me tienes que contar?, adelántame algo.

- No puedo decírselo por teléfono, Doña Catalina, tiene que ser en persona, necesito verla a la cara y que me oriente y me reprenda, Por favor, suplico por lo bajo, ¿Puede venir a Bogotá? ¿Puede venir a mi apartamento?, yo pago su vuelo si es necesario.

Nuestro Casamiento (Betty X Daniel) Ysblf "Danitriz"Where stories live. Discover now