•• 42 ••

583 45 37
                                    

"A veces, la vida nos pone a prueba con situaciones confusas que no clasifican como difíciles socialmente hablando, pero que para nosotros son un reto enorme. Situaciones que nos obligan a enfrentar nuestros miedos, nuestras debilidades y a manejar y entender nuestros sentimientos, que a veces son contradictorios, intensos o inesperados. Situaciones que nos hacen cuestionarnos a nosotros mismos, a los demás y al mundo que nos rodea. Pero también, la vida nos da la oportunidad de encontrar el apoyo, la comprensión y el amor que necesitamos para superarlas. Personas que nos acompañan, nos escuchan y nos aceptan tal como somos. Personas que nos ayudan a crecer, a sanar y finalmente a ser felices."

.

Beatriz y Daniel se encontraban juntos en la oficina de presidencia, revisando unos cuantos informes que el ejecutivo debía llevar a su viaje, cada uno sumergido en su respectivo papeleo; sin embargo, el malestar que invadía el cuerpo de Beatriz desde hacía aproximadamente una semana se le hacía descomunal, la hacía sentirse cansada y con un leve dolor de cabeza que no podía calificar como migraña, pero que era bastante incómodo. Restándole importancia e intentando aligerar su estrés, dejó de leer los archivos que tenía entré sus manos e intentó sacar conversación con el hombre que estaba sentado frente a ella.

- ¿Y Blas dónde está?, preguntó con un tono de voz cansado y ronco ... Así como iban las cosas, lo más seguro era que tuviera que retirarse a su casa para descansar y reponer fuerzas.

- Está en el taller de Hugo, me comentó que iba a pedirle que hiciera ropa para niños, respondió Daniel sin levantar la vista de sus papeles, hasta que escuchó un pequeño chillido proveniente del asiento que ocupaba Beatriz, que se movió en un intento de acomodar un poco su postura.

Daniel levantó la mirada y se fijó en el aspecto de Beatriz, la presidenta tenía el rostro pálido, el cabello negro pegado a su rostro, los ojos vidriosos y las manos temblorosas.

- Beatriz, ¿se siente bien? La veo pálida, preguntó Daniel con preocupación, acercando su mano y palpando la frente de la pelinegra, que se encontraba sudorosa.

- Sí, sí, estoy bien, solo me siento un poco indispuesta, respondió Betty con una débil sonrisa, tratando de disimular su malestar e intentando levantarse de su asiento para ir al baño y echarse un poco de agua en el rostro, sin embargo, apenas se puso de pie, sintió un fuerte mareo que le nubló su visión y la hizo caer de nuevo en el asiento de manera brusca.

- No le creo, Beatriz, claramente no está bien, dijo Daniel, tomando ambas manos de la mujer entre las suyas, que se mantenían heladas ... Debe estar baja de azúcar, vamos, acompáñeme a la cafetería, para que le puedan dar algo dulce, ofreció el castaño, levantándose de su silla y tomando a Betty del brazo para ayudarla a levantarse con él.

- No, Daniel, no es necesario, yo puedo ..., mencionó intentando soltarse de su agarre, sin embargo el castaño la vio palidecer y se inmutó de inmediato para socorrerla.

- No discuta, Beatriz, no le estoy preguntando si quiere o no acompañarme, se lo estoy exigiendo, la interrumpió Daniel, guiándola a paso medio hacia la puerta.

La presidenta no tuvo más remedio que seguirlo, sintiendo cómo por cortos lapsos se le nublaba la vista y se le debilitaban las piernas, Daniel la sostuvo con firmeza de su cintura y abdomen, intentando protegerla de las atentas, curiosas y en medida preocupadas miradas de los empleados que los veían pasar, pero todos se mantuvieron en silencio.

Luego de un habitual y eternamente largo, llegaron a la cafetería y Daniel le pidió a Carmenza, encargada principal de la zona alimenticia, que le trajera un vaso de te de hierva buena con azúcar, en compañía de una empanada o algún aperitivo salado, la señora mayor se apresuró a cumplir la orden, mientras observaba cómo Daniel le ayudaba a su esposa a tomar asiento en una de las mesas del lugar.

Nuestro Casamiento (Betty X Daniel) Ysblf "Danitriz"Where stories live. Discover now