Nuestro Casamiento (Betty X Daniel) Ysblf "Danitriz"

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° Nicolás Mora°

Aún recuerdo cómo hace algunos aproximados siete años me encontraba yo junto a mi amiga/hermana, recostados sobre su cama hablando sobre la falta de amor paternal que he recibido luego de una complicada crisis y discusión con mi progenitora, confesando mutuamente en un pequeño lapso como mantuvimos la esperanza por varios años sobre el deseo de que Don Hermes, si su padre, nos admitiera ser mi verdadero padre biológico,que me abandono sin dejar rastro, la esperanza en mi cuerpo duro por varios, demasiados años como para relatarlos, tanto que inumerables veces imaginé ese preciso momento, en el que el me recibía en un cálido abrazo y como yo sin penas y tapujos comenzaría a llamarlo, papá, hasta que en mi etapa del comienzó de la adultez comprendí que no era así, solo era el un buen y extraño hombre que decidió "adoptar" cómo suyo a un niño el cual las puertas del amor familiar se le fueron cerradas a una muy temprana edad.

- sabe Betty ... le confieso que toda mi infancia y hasta que era un adolescente espere que mil ochocientos admitiera que el era mi verdadero padre, dijo consiente de sus palabras, este mismo día había discutido a las horas de la noche gravemente con su madre sobre la historia de amor que tuvo con su anónimo padre dejándole en vista el que el los había abandonado después de su nacimiento, indirectamente era su culpa, un niño tan lindo como lo llamaba y sigue llamando Doña Julia no entendía como un hombre podía hacer eso, como podía llegar a ser tan cruel, todos sus compañeros y amiga tenían a sus padres juntos, menos el, ahora entendía de gran parte que todo no era su culpa, pero el haber sido abandonado le había generado un gran dolor, mucho más en su infancia como el no poder llevar a su padre a reuniones, graduaciones e incluso menciones de honor que se le fueron otorgadas por su gran inteligencia o no poder darle una carta de cumpleaños, del día del padre, incluso chantajearlo para conseguir dinero de su parte, era algo que con el paso del tiempo vio reflejado en el gruñon de Hermes que incondicionalmente lo ha querido, yo sé que suena raro Betty no vaya a burlarse ... estaba tan desesperado en tener uno que llegue a imaginar estupideces.

- Jojojo, rio nerviosamente la mujer, Nicolás no son estupideces, le confieso que yo también esperaba que eso fuera así Jojojo.

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No entendía como había llegado a acceder fingir una relación imaginaria con ella para darle celos a su ex - jefe, haría incondicionalmente todo lo que ella me pidiera pero esto era lo más vergonzoso y cómico que alguna vez hemos echo juntos, considerando que la lista es bastante larga esto es un gran mérito.

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Y mucho menos entendía como mi amiga, mi hermana del alma, una mujer tan inteligente pero tan ingenua al mismo tiempo, tenía tan mal gusto para elegir sus amores, claro yo cuento con cero experiencia en este campo pero puedo admitir que cada mujer que llama mi atención es bella mientras en cambió Betty se conformaba con un patán, su primer amor, Miguel que solo la ilusiono para aprovecharse de ella y al final hacerla sufrir todo a costa de una apuesta, ella perdió su escencia y a si misma por varios días .... luego y que crei sería su último mal interés en el amor, escogió al tremendo orangután de Armando Mendoza, enamorándose perdidamente de el, volviéndose la amante su jefe, que se encontraba comprometido y después terminando con el por una nota que encontró un día cualquiera sobre su escritorio, en dónde el ex - vicepresidente financiero, Mario Calderón, le daba instrucciones para enamorarla y no dejar que robara su empresa.

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Juro que verla llorar desconsolada destrozó en pequeños pedazos mi blando corazón, no saber la razón pero sentirla destruida suponiendo fue por la culpa de su jefe me hizo desear muy vivamente por varios días golpear al imbécil ese, como si no hubiera un mañana, claro no tenía oportunidad contra el, un hombre de porte, con contactos, con mundo, pero a pesar de mis impulsos y ganas de hacerlo, por ella ,a su nombre, decidí guardarme mis ganas junto a mi creciente enojo.