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°Amar a una persona, sin que ella lo sepa y sin que nosotros mismos lo admitamos, es una de las formas más dolorosas y solitarias de querer.

Es querer tener todo con esa persona, pero no atrevernos a decirlo por miedo al rechazo, al fracaso o al cambio.

Es querer que nos vea, que nos escuche, que nos sienta, pero no hacer nada para lograrlo.

Es vivir en una ilusión, en una fantasía, en un sueño. Un sueño que nos hace anhelar un futuro juntos, donde podamos compartir nuestra vida, nuestros sentimientos, nuestros proyectos.

Un sueño que nos hace desear que ese amor se vuelva realidad, pero que al mismo tiempo nos impide superar el abandono y la muerte de seres queridos que nos marcaron y nos dejaron heridas.

Un sueño que nos hace felices y nos hace sufrir, que aunque nos da esperanza, nos quita fuerza, que nos llena el alma y nos vacía el corazón.°

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Beatriz se sentía nerviosa al entrar en el consultorio de su psicólogo, por alguna extraña razón se sentía no perteneciente a su actuar, se sentía segura y por un corto momento sintió que era esta la primera vez que asistía a sus consultas; de golpe un monólogo comenzó a extenderse en el viento o en su mente, no tiene la capacidad de distinguir, simplemente las palabras fluían como la marea del mar.

"Ellos habían fingido casarse para conseguir la herencia por matrimonio que los matiarcas, que en paz descansen, de la familia Valencia le dejaron a sus descendientes. Beatriz era la presidenta de la empresa y Daniel uno de los dueños de las acciones mayoritarias de la compañía, su matrimonio no era más que una vil mentira y nadie sabía sobre esta más que ellos mismos, ni siquiera sus familias, o bueno lo que quedaba de ellas".

- Buenos días, Beatriz. ¿Cómo te encuentras hoy? - le preguntó el psicólogo con una sonrisa amable totalmente inusual y una familiaridad desconcertante.

- Buenos días, doctor. Pues... la verdad es que no me siento muy bien, admitió Beatriz con voz temblorosa, por alguna razón incalculable.

- ¿Qué te pasa? ¿Tienes algún problema con tu esposo?

- No, no... Daniel es un buen hombre. Me trata con respeto y cariño. Es un gran apoyo para mí.

- Entonces, ¿cuál es el motivo de tu malestar?

Beatriz respiró hondo y se armó de valor para contarle al psicólogo lo que le atormentaba desde hacía un largo tiempo; la muerte inesperada de sus padres en un accidente automovilístico por el cual se culpa a ella misma, el como se había refugiado en el sedentarismo y había evitado cualquier relación que le trajera felicidad, el como se había casado con Daniel por conveniencia, pero nunca le había confesado los nuevos y verdaderos sentimientos que puede se estén manifestando en su interior.

- Beatriz, tienes que entender que lo que te pasó fue una tragedia, pero no puedes vivir eternamente en el pasado ... Tienes que seguir adelante y disfrutar de la vida - le dijo el psicólogo con comprensión.

- ¿Y cómo hago eso? ¿Cómo olvido el dolor que siento cada vez que pienso en ellos?, preguntó Beatriz con cristalinas lagrimas en los ojos.

- No se trata de olvidar, sino de aceptar. Debes aceptar que tus padres ya no están, pero que siguen viviendo en tu corazón y en tu memoria. Debes aceptar que tienes derecho a ser feliz y a amar de nuevo. Debes aceptar que tienes una familia que te quiere y te necesita, como tu esposo, Nicolás, tus cuñadas, tus amigas, tu sobrino y más personas que tu mente no recuerda aún ...

Nuestro Casamiento (Betty X Daniel) Ysblf "Danitriz"On viuen les histories. Descobreix ara