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° Morimos de muchas formas a lo largo de nuestra vida, a veces lo hacemos a mitad de una discusión, a mitad de un duelo, a mitad de una marcha, un empleo, una carrera, una desilusión o en el camino de vuelta a casa mientras vemos las luces de la ciudad correr a través de la ventanilla del autobús, lo hacemos cuándo escuchamos frases como, "no eres tú soy yo", "ya no puedo seguir a tu lado" o "esto tiene que terminar porque no eres lo que quiero".

Morimos cuándo aquellas personas de las cuales jamás esperamos que nos lastimen, lo hacen, porqué nada duele más que haberle explicado a alguien lo que te lastimaba y que lo haya hecho.

Pero aún así quiero confesarte todos mis miedos y correr el riesgo de morir en medio de tus labios y conectado a tus piernas.°

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Escena actual
Jueves 15 de febrero, 2001

Beatriz colgó el teléfono con rabia, sintiendo que el mundo se le caía encima, podría decir que acababa de recibir la peor noticia de su carrera, y considerando su pasado es eso mucho decir, se preparó, estudio extremadamente los números, recibos, recuperaciones de deuda y capacidad de endeudamiento, pero aquí se encontraba, sola en esta oficina que no le traía más que amargos momentos, recibiendo aquella noticia, había perdido el negocio con el Fashion Group, la actual empresa más prestigiosa del mundo de la moda.

No podía si quiera encontrar la razón de su negación en completar una sociedad con Ecomoda, es consciente de la deuda que la compañía mantiene y que ella ayudó a crear, pero por el pasar de este último año donde ha estado al mando de la compañía se a encargado de disminuir aquellos números en rojo.

Era sensato reconocer el esfuerzo y el trabajo duro de cada uno de los empleados a lo largo de los últimos meses, de la junta directiva que con veracidad prepararon una propuesta innovadora, negociando con los ejecutivos y todo para nada.

Beatriz se sintió humillada, traicionada, fracasada ¿Cómo luego de tener tanta esperanza le había sucedido esto?, había logrado volver a posicionar a Ecomoda de nuevo en un líder del mercado nacional.

Se sentía de nuevo quebrada, rota y asustada, Beatriz Pinzón aquella mujer que sin contar los altibajos había demostrado su talento y su inteligencia ante todos, quién con el paso de los días vencía uno por uno de sus complejos y sus miedos, que había soñado con triunfar en el mundo ejecutivo.

Se levantó de su silla y caminó hacia la pequeña y angosta ventana que mandó a instalar Daniel hace un tiempo luego de observar uno de sus ataques de ansiedad, tratando de contener las lágrimas, observó el paisaje urbano, lleno de edificios, autos y gente, que se veían tan pacificas.

Se preguntó si algún día volvería a sentirse segura, orgullosa y feliz de su trabajo, o si algún vez en realidad se sintió bien con eso, recordó los momentos difíciles que había vivido en su profesión, la discriminación de sus jefes con su sexo y su antigua apariencia, la envidia de sus colegas, la competencia desleal, la crisis económica que afrontó el país y que la hizo perder momentáneamente su empleo, claro debió vivir algún buen momento pero para ser sincera ni recordaba cuando sucedió uno por última vez.

Beatriz sintió un vacío en el pecho y un nudo en la garganta, no podía aguantar más, necesitaba desahogarse, expresar su dolor, liberar su irá y frustración.

Buscó con la mirada algo que pudiera romper, algo que pudiera hacer añicos, algo que pudiera reflejar su estado de ánimo, en los últimos meses, tomando un pequeño y colorido jarrón posado sobre su escrito que contenía lapiceros, tomándolo con fuerza y sin meditarlo estrellando lo contra la pared, un estruendo resonó en las paredes y los pequeños objetos se esparcieron por el suelo, el jarrón se hizo pedazos, la pared se manchó de tinta, Beatriz se quedó paralizada, mirando el desastre que había causado.

Nuestro Casamiento (Betty X Daniel) Ysblf "Danitriz"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora