Elizabeth me quería solo para ella.

Dejó de lado mis recuerdos y trato de escuchar al pastor. Estoy nuevamente en el grupo.

Miriam, la chica que me confundió con mi hermana, no deja de mirarme con una sonrisa perversa, Lency nota mi incomodidad y me susurra algo al oído:

—Se dice que Miriam estuvo poseída por una entidad y quedó así...

Toda mi atención se la lleva un chico que abre la puerta escandalosamente. Creo haberlo visto en el funeral de Elizabeth.

Aparece sonriendo y cubierto de agua.

—Buenas —todos le devuelven la sonrisa menos Hans —. Perdón la tardanza, la lluvia me retraso.

—Lord, qué gusto —el pastor anuncia su nombre—. Ven a sentarte.

Él camina con la espalda firme y los ojos puestos fijamente en mí. Es alto, no tanto como Hans, pero tiene tatuajes en su brazo y una manera de hablar que no parece de Francia.

—¿Quién es? —le susurro a Lency.

—Lord Wist, el primo de Hans.

Él se sienta a mi lado.

—¿Qué te trae nuevamente por aquí, Lord? —le pregunta el pastor.

Lord se cruza de piernas e inmediatamente se pone serio.

—Necesitaba poner mi vida en orden.

Mia y Lency se miran a la vez con complicidad, sus expresiones son ajena a la mía. Observó a Lord, tiene los ojos negros y el cabello también. Sus facciones son parecidas a las de Hans, nariz refinada, ojos en forma de almendra y la mandíbula marcada.

Él también parece observarse, aunque no tanto como lo hace Hans con su semblante serio y distante.

—Necesito pasar al baño, disculpen...—me pongo de pie.

Tengo la necesidad de escapar de ahí, camino por el pasillo y entro al baño. Me detengo cuando escuchó el llanto desesperado de un bebé. Me desabrocho el botón y hago pies. Pero siento aún el llanto de aquel bebé. Apoyo mi oreja contra la pared y me doy cuenta que los ruidos viven de la habitación de al lado.

Salgo del baño y sigo hasta la última puerta que está a mi lado. Me asomo solo un poco. La puerta está abierta y escucho a alguien hablar mientras que el bebé llora.

—Todo está bien —dice aquella persona con una voz suave como para hacerme nublar los ojos—. Todo está bien...

Pero el bebé llora cada vez más fuerte. Me impulso para delante y entonces veo a una mujer de cabello rubio en brazos de un bebé. Está de espaldas. Hay velas alrededor y una biblia abierta en medio de ellos.

—¿Elizabeth?—susurro a lo bajo.

Estoy a punto de entrar a la habitación cuando alguien me detiene.

—¿Qué estás haciendo aquí? —Hans me sostiene del brazo con fuerza.

—Escuche algo y me confundí de puerta —me cuesta formular mis palabras —. Había una mujer con un bebé en brazos...

Me sigue mirando, esperando que diga algo más.

—Se parecía mucho a Elizabeth —digo, desconcertada.

Hans frunce el ceño y cierra la puerta de la habitación.

—¿De qué estás hablando? —parece asustado y confundido a la vez —. ¿A caso le viste el rostro?

—No, pero estaba de espaldas y no sé, pensé que...

—Me parece que te confundiste —dice —. La mujer que estaba ahí adentro se llama Laura y seguro estaba cargando a su bebé Mylon.

Asiento con la cabeza, avergonzada.

—Lo siento −digo, fingiendo una sonrisa —. Solo estoy un poco cansada, ya me voy.

—¿La sigues viendo? —me pregunta una vez me doy la vuelta.

—¿Perdón?

—Es normal que la sigas viendo en otras personas —dice como si lo supiera realmente —. Ten cuidado de que no te vuelva loca su fantasma.

Lo miro durante unos segundos y respiro ondo, con un dolor punzante en el pecho.

—Solo estoy cansada, es eso.

—Está bien. —tensa su mandíbula —.La próxima trata de no confundirte de puerta.

Camino con él, sin decir una palabra.

«No estoy loca, no puedo ser como ella», me repito una y otra vez.

Y aunque trato de no recordar lo que pasó aquel día, inevitablemente aparece.

27 de agosto de 2023:

Venus, ¿estás despierta?

Recibo una llamada a las dos de la mañana.

Es Elizabeth, la escuchó llorar y me despierto de un salto.

—¡¿Qué sucede?!

—¿Puedes venir al lago? —se escucha agitada —. Por favor, Venus.

—Me estas asustando, ¿estás bien?

Llora más fuerte, desesperada e impulsiva.

—¡Elizabeth! —gritó—. ¿En dónde estás? ¿estás  bien?

Hay un silencio tan largo que me desespera.

—Yo estoy bien pero creo que asesine a alguien.

Elizabeth antes de cortar la llamada me dice su ubicación, y no sé nada de ella hasta que llegó al lago Gutierrez. Agitada y con ganas de llorar veo a Elizabeth parada frente al lago. Está desnuda, mirando hacia la nada.

Me acerco a ella, y debo de admitir que lo hago con miedo.

—Elizabeht... —la llamó con la voz entrecortada —. ¿Qué estás haciendo?

Me quito el abrigo y se lo pongo encima. Miro a mi alrededor, buscando a alguien.

—Di algo, por favor —le suplico.

—Vine a caminar porque volvieron a aparecer esos malditos pensamientos —se toca la cabeza como si le doliera—. Y entonces me encontré con alguien, un señor, me quería hacer daño y...

Comienza a llorar, desconsolada. Todo mi cuerpo tiembla pero trato de no perder la cordura.

—¿En dónde está?

Elizabeth se da la vuelta, de frente hacia mí pero sigue con la mirada perdida.

—Allí. —señala un árbol en especial, empinado y con algo escrito en él.

Todo está muy oscuro y el frío me congela las piernas. Sigo el camino horrorizada por lo que pueda encontrar.

—¡Está ahí!—me grita Elizabeth.

Miro hacia abajo y entonces empiezo a llorar.Por un segundo me siento incapaz de mantenerme serena, pero luego tomó aire y me repongo.

—Elizabeth... —susurro —. Tenemos que irnos a casa.

—¿Cómo nos vamos a ir? No podemos dejarlo aquí.

Trato no desesperarme, agarro a Elizabeth del brazo e intento que volvamos a casa. Ella se resiste y comienza a llorar.

—¡Ya basta, Elizabeth! —le gritó —. Por favor, vamos a casa.

—¡Hay que llamar a la policía, tengo que decirles lo que pasó!

—Mataste a un gato, Elizabeth —le gritó—. No a una persona. Es solo un gato...

Miro hacia abajo, tratando de mantener la respiración para no sentir el olor a muerto.

Ella me mira, desorientada. Niega con la cabeza y se queda inmóvil en el lugar. Me acerco y la abrazó para que camine conmigo.

—Te volvió a pasar pero esta todo bien. Nadie va a saber esto, vamos a casa.

Había cosas que solo pasaban en su cabeza, como estas.

¿Qué pasó con Elizabeth Parker?حيث تعيش القصص. اكتشف الآن