One-Shots Random

Hasta que caiga el ataúd {t.o.}

Lo primero que puedo sentir al recobrar la consciencia es frío. Un frío que me entumece por completo, salvo por el dolor lacerante en mis brazos y muñecas. No se que a pasado o dónde estoy. No puedo recordarlo y estoy empezando a notar que me falta el aire. Cierro los ojos con fuerza y aprieto los dientes, no puedo respirar.

Reconozco a la perfección lo que me ocurre. Me está dando un ataque de ansiedad y si continuo así, voy a ahogarme. Se que no puedo dejarme llevar por el pánico, debo centrarme en inhalar y exhalar. Sentir como fluye el aire....pero joder, no es fácil. Nunca lo a sido.

Desde pequeña tengo problemas para gestionar mis emociones. El tiempo no lo a vuelto mejor pero me a dejado un par de trucos. Como por ejemplo, observar mi alrededor para llevar mi atención total a mi entorno y dejar de centrarme en que me asfixio.

Haciendo acopio de la escasa estabilidad mental de la que dispongo en estos momentos parpadeo de forma lenta logrando así enfocar mis botas. Acabo de darme cuenta que estoy en pie, aunque no precisamente por mis propios medios. Conforme subo la mirada noto que estoy en una especie de habitación pequeña, oscura.

Desde mi posición no veo ventana alguna, sin embargo hay una luz tenue. Y queriendo saber de donde proviene alzo la mirada hasta el techo. Sí, ahora puedo verlo. Hay un único foco que parpadea de forma agónica y alumbra de manera lúgubre la estancia. O tal vez sea saber que estoy colgando del techo por las cadenas que me sujetan y que me mantienen erguida lo que le da el toque macabro.

_Lo admito, eso de enfocarse en el entorno funciona, ya no siento que me asfixiaré hasta que muera. Ahora es algo indudable que voy a morir aun respirando. (Digo en voz alta soltando una risa corta y seca)

_Vaya , me alegra saber que incluso en situaciones como esta no pierdes ese sarcasmo tan tuyo amor. ( Escucho con su típico acento inglés)

_Y yo pensando que todavía quedaba algo de cordura en mi...ya hasta alucino con su voz. (susurro en voz tan baja que me hace dudar si lo he dicho o pensando)

_No, no estás delirando ____. Estoy aquí, a escasos metros frente a ti. No puedes verme porque tu visión no es tan buena como la de los habitantes nocturnos de las concurridas calles de Nueva Orleans.

_Niklaus...eres tú. ¿De verdad estás aquí? No, es imposible. (Suelto con voz entrecortada al darme cuenta de que algo debe de ir realmente mal para que no me haya soltado todavía) Porque lo ultimo que recuerdo es que estabas lejos mientras ayudabas a Elijah a buscar a unas-

Pero el fuerte ruido de metal chocando entre si interrumpe mi atropellado diálogo. Dejándome muda al instante. Mi corazón late a mil por hora y por mucho que me esfuerzo en ver más allá de mis narices, solo consigo distinguir una silueta rodeada de sombras unos metros adelante.

_Estás estúpidas cadenas no van a retenerme eternamente. No se que clase de hechizo o maldición les han puesto pero te aseguro que voy a romperlas y vamos a salir de aquí. Parece que aun no se han dado cuenta de la clase de monstruo con el que se meten. Y para cuando quieran hacerlo, será demasiado tarde para todos ellos. (Klaus lo había dicho de forma lenta y con aire tétrico)

Había escuchado de forma clara como la rabia y el odio medraban en su voz. No era solo una declaración de intenciones, era una promesa. Y era plenamente consciente de que nada ni nadie evitaría que la llevase a cabo.

Sin embargo seguía teniendo una duda, una que me carcome el cerebro y que ya no puedo callar por más tiempo. Necesito saber la respuesta a la pregunta que a comenzado a quemar mi lengua. Y antes de poder detenerme a pensar en las consecuencias, estoy hablando.

_Hay algo que no entiendo de todo esto. Yo no tengo nada que ver con los problemas de la familia Mikaelson, ni tampoco soy un ser sobrenatural. Soy una simple humana. Una con conocimiento de vuestro mundo y que sabe ciertos trucos para mantenerse con vida entre tanto caos, sí. Pero humana a fin de cuentas. ¿Qué pinto yo en medio de todo esto?

_Amor déjame decirte que para algunas cosas eres muy lenta (me responde con diversión) ¿Acaso creías que todos esos vampiros y brujas que van tras mi cabeza no se darían cuenta de la presencia casi continua de cierta humana a mi lado? ¿O es que pensabas que por ser solo una mortal iban a tener misericordia contigo?

_No es eso a lo que me refería imbécil. Se perfectamente que pinté una diana en mi frente desde el día en que decidimos intentar eso a lo que llaman ser amigos. Lo acepté entonces y lo sigo haciendo ahora. Lo que escapa a mi comprensión es cómo de ser un posible cadáver, se pasa a ser el cebo para atrapar al gran híbrido original. (será egocéntrico y presuntuoso, me están entrando unas ganas inmensas de tirarle berbena a la cara al muy gilipollas)

_Porque tú eres la única constante en mi vida. (Lo a dicho en un tono tan neutro que me cuesta descifrar si eso es algo malo o bueno para él. Le oigo soltar un fuerte suspiro antes de continuar) Voy a hacer una pregunta y necesito que seas totalmente sincera conmigo ____.

_¿Cuánto tiempo vas a permanecer a mi lado?

Y justo ahí, en ese preciso instante, me doy cuenta que no necesito pensar lo que voy a decir. Es algo que sé desde hace tiempo.

_ Permaneceré a tu lado hasta que mis piernas se rompan. Hasta que los latidos de mi corazón se detengan. Hasta el día de mi muerte. Hasta que caiga el ataúd. Incluso después de ese tiempo.

_¿Puedes prometerlo amor? (esta vez lo dice en un tono bajo, como si quisiera que quedara solo entre nosotros dos)

_No, no te lo prometo. Te lo juro Niklaus.