Love Stories 2024

Mañana Invernal.

Winteriron.

Los secretos son fáciles de guardar, pero son difíciles de hacer que perduren, pues para James, el hecho de saber que era un hombre lobo, en un inicio lo aterraba, pero ahora le era bastante normal y bastante bueno. Pero lamentablemente su secreto no duraría oculto por mucho tiempo, pues al cabo de unos meses, los vecinos de la localidad donde él, y su pareja Anthony Stark, vivían, comenzaron a percatarse de una bestia muy intimidante que merodeaba por las áreas aledañas, lo que llevó a que muchos de los residentes pusieran trampas o fueran a la caza de aquella bestia.

Y considerando que el matrimonio Stark-Corbonell sabía de la condición de su yerno, fue que ellos decidieron darles un nuevo hogar, en los que tanto él como su hijo podrían estar en calma, además que éste mismo podría continuar con calma y mayor seguridad su embarazo.

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Es por ello que la pareja logró mudarse a una comunidad pacífica en el estado de Pensilvania, a unos kilómetros de la ciudad de Philadelphia, donde podrían estar a salvo y muy seguros.

— Vaya, si que es una gran casa — Dijo muy impresionado Tony, maravillado por lo que veían sus ojos.

— Y pronto estará llena de risas y los lloriqueos de nuestros bebés — Decía muy feliz Bucky, tomando de la mano a su chico y llevándolo al interior de la casa, en donde el equipo de mudanza había metido todas las pertenencias de la pareja.

— Parece que tendremos mucho que acomodar — Mencionó Tony al ver las cajas a un lado del pasillo que llevaba a la puerta de entrada.

— Más bien yo, corazón, pues tú tienes cinco meses, no debes cargar cosas pesadas — Dijo al instante James, cerrando la puerta y procediendo a cargar al estilo princesa a su amado, llevándolo a su nueva habitación que quedaba en el piso de arriba.

— Tus brazos son más fuertes — Comentó el castaño.

— Mi fuerza aumento en este tiempo, lo que me es bueno. Además si algo que se ha puesto más notable, son tus preciosos pechos — Decía muy maravillado el pelinegro.

— Calmado mi lobito, sabes que por ahora quiero disfrutar el momento contigo — Dijo Stark, teniendo que acariciar la mejilla izquierda de su “lobito”.

Barnes rió y le dio un tierno beso en la frente a su pareja, para más tarde dejarlo sobre la cama, la cual ya estaba hecha y tenía sobre ella varias almohadas y una cómoda sábana, con la cual James arropó a su chico, permitiendo que él pueda estar cómodo.

— Lo mejor será que mañana acomodemos todo, por ahora quiero que me mimes — Propuso Stark, dando unas ligeras palmadas al colchón de la cama.

Bucky sonrió y se recostó a un lado suyo, abrazando a su novio, comenzando a darle varios besos en todo su rostro, además que él aprovecho a darle varias caricias en su suave pelo castaño, mientras que con una de sus otras manos acariciaba su abultada panza.

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Para la pareja, estar abrazada y disfrutar del resto de la noche sería bastante bueno. Porque si, la pareja había llegado en el anochecer a su nuevo domicilio, y por suerte, sus cosas ya habían sido dejadas antes por el equipo de mudanza, por lo que el acomodar sus pertenencias se debería ver después, mientras tanto, ambos se encargarían de disfrutar de su magnífica noche.

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Y conforme paso el tiempo, no hubieron más reportes sobre un monstruo que se aparecía en los alrededores de la localidad, pues al menos Barnes comenzó a ser más discreto, pues lo que menos quería era volver a mudarse porque sus vecinos lo habían visto merodear en las zonas aledañas.