Capítulo II; ¿Un... Gato?

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Sakura

Había sido una semana bastante complicada, diría que fue la peor semana de mi vida. Hace unos días, después de la universidad quedé con Ino para comernos un helado en el parque cerca de la facultad, después de unos días intensos de actividades y tareas por fin tenía un respiro. Lo primero que quería hacer era llamar a Lee para que pasara un buen rato conmigo, pero se supone que su trabajo de medio tiempo le consumía las mañanas, el estudiaba por las tardes, así que casi siempre nos veíamos únicamente de noche en nuestro pequeño departamento, y eso estaba bien, estaba bien para mí, aunque era la única que pensaba de esa forma. Recordarlo es un verdadero dolor de estómago, y no significa que no vaya a superarlo, simplemente... Creo que si lo veo a la cara tendría unas enormes ganas de llorar.

Sucede que, después de muchas decepciones, Lee se había convertido en el chico ideal, amable y atento. Nos conocimos cuando atravesaba una etapa poco agradable de mi vida. Me di cuenta que los chicos no me buscaban para algo serio, si no todo lo contrario.

Cuando lo conocí estaba llorando afuera del aula de la escuela media, había escuchado a escondidas como el chico que me gustaba juraba que jamás estaría conmigo porque era demasiado simple y extraña. Desarrolle un odio profundo por mi color de cabello, nunca he conocido a nadie que tuviera el mismo color, todos tenían opiniones por el; "presumido, extraño, horrible" y con el tiempo comencé a compartir el mismo pensar. Lee me descubrió llorando en silencio, no dijo nada ni tampoco me vió mucho tiempo, solo abrió la puerta del aula y comenzó a golpear a los tres chicos que hace apenas unos momentos se habían burlado de mi.

Eventualmente nos hicimos amigos aunque nunca antes habíamos cruzado una sola palabra, sentía que por fin alguien había visto algo en mi que no fuera mi simpleza o mi cabello.

Aunque ahora toda esperanza se había venido abajo. Como dije, invité a Ino el viernes en la mañana para refrescarnos y olvidarnos un poco de la escuela. Amo la puntualidad y justamente esta virtud era el mayor defecto en mi amiga.

Estuve esperando un buen rato sentada en una banca lo bastante alejada de los alrededores del parque, quería un momento de paz que me permitiera simplemente sentir el aire fresco y el sol de mañana. Grave error.

Tuve arcadas apenas verlo.

Ahí estaba, el que se supone que era mi chico ideal, amable y atento, siendo todo eso pero con alguien más. Aprete los puños con fuerza hasta que me hice daño, ¿como podía? Se supone que siempre seriamos los dos, no tres.

Estaba sentado en una de las mesitas cerca de los juegos infantiles y a su lado una castaña, aferrada a su mano y con la cabeza recostada en su hombro, comiéndose un helado para después comerse entre ellos.

Sentí un dolor profundo en el pecho que casi me dejaba sin habla y después no pude sentir otra cosa que no fuera asco, ¿Cuantas veces me había besado a mi después de besar a otras? ¿Cuantas veces había estado conmigo después de estar con otras? Casi devolvía el pobre desayuno que me comí por la mañana.

No dije nada, no valía para nada la pena, no quería llorar enfrente de ellos, o que las personas alrededor se percataran de la penosa situación.

Cancelé la cita con Ino, después le explicaría. Justo en este momento tenia ganas de correr, correr tan lejos como mis piernas me lo permitieran, trate de contener las lágrimas todo lo que me fue posible, ¿Cómo se suponía que iba a procesarlo? ¿Cómo lo enfrentaría cuando le viera más tarde?

Estuve todo el día dando vueltas por toda la ciudad, la piel me ardía después de recibir la sofocante luz del sol del media día, el estómago me gruñia después de saltarme la comida, los pies me dolían después de caminar hasta que se hizo noche, pero no había nada más molesto que el dolor de mi corazón.

Gato de media noche [Sasusaku] +18Where stories live. Discover now