Capítulo VII; Seres iguales

242 28 8
                                    

Sakura

No volví a casa temprano ese día, ni al siguiente, ni al siguiente. Culpable era una palabra que poco definía el como me sentía actualmente.

La rutina se volvió pesada, rígida y estoy segura que ahora le resultaba poco agradable. ¿Mi culpa? Totalmente, no tuve el control suficiente para detenerlo, no solo durante lo ocurrido, sino desde mucho antes. Sabía que Sasuke tenía sentimientos diferentes hacia mi. Atracción, agradecimiento, interés o descubrimiento, cual fuese el motivo que desencadenara en sus acciones, lo que sentía por mi no era igual a lo que sentía por otros, y no fui capaz de detenerlo antes.

Entendía perfectamente que esto era normal, yo era el humano con el que ha compartido más cosas o experiencias, aferrado a sus primeras veces. Se siente como si fuera un pequeño niño enamorado de su maestra o de su vecina. Y yo sabía cual era la continuación a esa historia.

El niño crece y descubre que su maestra no es la única mujer, ni la mejor ni la más bonita, y, sin poder evitarse, se enamora de alguien más.

Existe una razón por la que me puse una única regla "No permitir que esto se vuelva romántico". Sería una completa aprovechada. Le quitaría a ese niño la oportunidad de crecer y conocer a más personas, y probablemente, me estaría engañando a mi también. Una felicidad efímera, una falsa sensación de estabilidad.

Que tonta sería esa vecina al encariñarse con aquel niño que se irá tarde o temprano. ¿Qué hará ahora con su corazón roto? Ni siquiera las lágrimas podrían apaciguar el dolor.

No podía permitirme sentir otras cosas por Sasuke, no podía cruzar la línea qué tanto me costó marcar, porque al hacerlo solo había un resultado, el se daría cuenta que no soy ni la mejor ni la más bonita y se iría, y yo... yo tendría que vivir con un corazón qué ya se ha roto dos veces.

Quizás egoísta sea la palabra correcta, la que mejor defina mi situación actual. Claro que romperle el corazón a el no es mucho mejor que resguardar el mio entre muros, pero sería momentáneo, en lo que el descubre que lo que siente no es amor sino más bien un sentimiento generado por su poca experiencia humana.

Alejar a Sasuke fue difícil en los primeros días, después fue como si el comprendiera por fin que lo mejor que le pudo haber pasado en la vida no era yo. Dejó de intentar buscarme, me hablaba cada vez menos, a veces se iba de la mesa si yo me sentaba en ella. Ese era el resultado que había estado buscando, pero dolía, dolía y a veces me quitaba el aliento. No volvimos a salir juntos después de eso, el beso de las mañanas se convirtió en un apretón largo de manos, la rutina se había transformado y ahora cada uno desayunaba solo, yo no regresaba a casa hasta muy tarde, y cuando volvía el se encerraba en el baño, en la cocina o fingía estar durmiendo arriba del sofá. Fue difícil que todo cambiara tan repentinamente, y aunque me digo que es lo correcto y que pronto todo estará bien me es imposible soportarlo. De vez en cuando me quedo pensando en lo que nos sucede y cuando me doy cuenta las lágrimas ya han humedecido mi almohada. Puede que ahora me odie, y quizás nunca volvamos a ser amigos, pero cuando el conozca el mundo hasta su último rincón, cuando encuentre a su verdadera mitad, creo que solo ahí mi corazón se volverá tranquilo y el dolor disminuira.

Había hecho una promesa que poco me estoy esforzando por cumplir. Ayudarlo a volverse un humano por completo, no había reunido información de nada ni sabia como exactamente podría ayudarlo, no hablábamos mucho así que realmente no teníamos ningún avance.

Aunque estos últimos días me he percatado que suele juguetar con una piedra grisácea entre las manos, como si fuese algo muy personal que no suelta ni cuando esta durmiendo. No es como que si hubiese intentado quitárselo antes, solo tenía simple curiosidad.

Gato de media noche [Sasusaku] +18Where stories live. Discover now