En la isla equivocada

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Doy un salto para salir de la barca y aterrizo en ese agua cristalina que siempre se mantiene a la temperatura adecuada. Camino hasta la orilla para dejar las cosas en la arena y me dejo caer yo también sobre la toalla.

Sé que no elegí Phi Phi como destino favorito pero no fue precisamente porque el paisaje no sea alucinante, sino por las preferencias de mi prima de buscar lugares con opción de una buena fiesta, como ella dice.

Al menos, durante el día, puedo permitirme el lujo de disfrutar del pequeño paraíso que es Moo Dee bay.

—Espectacular, como siempre, ¿verdad? —dice y apuntándome acusatoriamente, añade—. Te veo sonreír Becca, sé que este lugar te encanta.

—Ojalá existiera esto en Londres.

—Las maravillas del mundo están donde tienen que estar. Además, si fuese así, no vendrías a visitarme tan a menudo.

—Te he visitado millones de veces sin movernos de Pai, eso te da una pista de a quién vengo a ver, ¿no?

—Bueno, bueno, no te pongas sentimental —dice riendo y sentándose a mi lado—, mejor cuéntame, ¿qué vas a hacer cuando acabes el máster?

—Pues antes de poder ver el fin, tengo que presentar mi proyecto y hacer una exagerada cantidad de horas de prácticas en algún lugar en el que me exploten y me paguen bien poco.

—Y ¿ya tienes alguna preferencia?

—Sinceramente no —le contesto algo desanimada—. Estoy muy colapsada con eso. La mayoría de convenios que ofrece la universidad son en productoras conservadoras que no casan con mis métodos y hay una en la que me encantaría entrar porque las series y tramas que eligen son siempre con contenido interesante y realista, pero nunca han hecho nada con parejas lgtbiq+.

—Y, ¿por qué no buscas fuera de Londres?

—¿Dónde? ¿Aquí? —le pregunto adivinando sus intenciones.

—¿Por qué no? —contraataca—. Lobby Factory está en pleno apogeo Becky y, aunque no te guste alguna de sus novelas, he oído que están valorando hacer una serie GL por todo el fanatismo que ha movido el supuesto affair de Freen. Ellos sí se atreverían con una historia de amor entre mujeres.

—A esos sitios se entra con contactos, Irin y tú y yo no tenemos ninguno.

Claro que me gustaría entrar en Lobby Factory. Tienen un equipo joven y entusiasta, promueven los nuevos estilos de vida que rompen con las tradiciones de siempre, sin miedo y eso hace que los respete muchísimo, aunque cedan a la demanda de un poco de telebasura como "Red Sun".

—Mi sueño sería que cogieran una de mis canciones como cover para la segunda temporada, o para lo que quisieran. Que mi música se repitiera por todo el mundo como un himno de amor.

—¿No tienen compositores ya?

—No —me explica—. Hay actores y actrices como Freen que también cantan, pero hasta donde yo sé, nunca ha cantado una canción compuesta por ella, son todas cedidas por otros artistas.

—Seguro que acabas consiguiéndolo —la animo—. ¿Por qué no preparas algo y se lo entregas en el concierto? Las entradas vip te permiten tener un encuentro más directo, ¿no? Aprovecha para hacer contactos, conocer gente y habla de tu música. Nunca se sabe, igual te escucha la persona adecuada.

Mi prima y yo somos muy distintas, pero es cierto que Irin tiene una sensibilidad especial con la música. Siempre he pensado que tiene el don de hacer cualquier cosa bonita con sus canciones, pese a que su temática no siempre me convenza.

Cruce de talentosWhere stories live. Discover now