Jugando por tu amor | | Venus x Tierra x Marte

Capítulo 1

“Deseo conocerte y amarte
Ser parte de tus días y noches
Pasar horas a tu lado
Cómo si no fueran nada”
-Marte.

Tierra miraba sus cartas con paciencia pensando en algunas estrategia que pudiera servir para ese momento, pues sus dos amigos iban a ganar la ronda si él no hacía nada. Sus ojos se detuvieron en el planeta con el aire más tóxico, el cual había tomado una carta de la baraja para tirarla y dejar ver qué era un reversa de color amarillo, así que ahora le tocaba al planeta terrenal tirar algo, volvió su vista a sus cartas y tomo un número cuatro del mismo color para tirarlo, a lo que el turno seguía para Marte, el cual tiró un más cuatro para elegir el color azul, justamente el color que Tierra no tenía entre todas sus cartas, suspiro frustrado al notar como Venus tiraba un más dos dejando al planeta con vida sin una escapatoria a terminar tomando seis cartas, las cuales no le servían para nada ya que eran de todos los colores menos azul. Al final se había rendido, tirando las cartas al espacio con molestia mientras se daba vuelta sin ver a los dos planetas que le observaban confundidos.

-¿Qué le pasa ahora? —susurro Marte a Venus.

-Mira —En manos de Venus habían unas cartas de distintos colores y números, ninguno de esos servían por lo que, suponiendo por la actitud del planeta, eran las de Tierra.

Ambos suspiraron por el mal perdedor que les había tocado como amigo. Pues eso era lo que eran. Amigos. Después de que Tierra se hubiera disculpado con ellos por su forma de actuar, cuando terminó la Revolución Lunar, empezaron a juntare de vez en cuando hasta que siguieron siendo amigos. Si, amigos. Trataron de calmar al planeta con vida humana al verlo completamente molesto por lo que había pasado, pero este solo les ignoraba. No había cambiado tanto después de todo, no debían esperar que la actitud de alguien cambiara después de una semana, pues siempre había sido así. O bueno, desde que tuvo vida.

-Bueno, supongo que nos debemos ir a nuestra órbita antes que Sol se de cuenta que no estamos —dijo Marte para ver a dirección del centro del sistema solar, el cual era distraído por Mercurio por petición, amenaza, de Venus.

-Agh...Bien —Venus miró al planeta Tierra por última vez antes de irse de ese lugar siendo seguido por Marte.

La órbita Ricitos de Oro terminó casi vacía, dejando solo a Tierra mirando el espacio estrellado esperando que todo ese tiempo de soledad pasará, pensando en su forma de actuar y en porque su luna aún no volvía a su lugar, pues la luna de la tierra había ido a no sabía dónde para conversar con no sabía quién dejándolo completamente solo. Sus ojos se fijaron en las cartas del juego anterior, tomo estás ordenándolas en sus manos para poder dejarlas en la gravedad de su órbita esperando que no se acabarán desordenando, ¿Por qué se había enojado después de todo? Solo había perdido una partida de Uno, no debería estar molesto por eso. Pero era Tierra, así era desde antes, y le fue difícil cambiar aunque sea un poco su rara personalidad.

-¡Ya volví! —Volteo su vista a su pequeña luna, la cual había llegado a su lado para rodearlo con una pequeña sonrisa—. ¿Cómo estuvo el juego?

-Bien, bien —contesto sin más—. ¿Donde habías ido?

-Ah —La luna miró a otro lado algo nervioso antes de solo negar con la cabeza volviendo su vista a su planeta terrenal—. ¡A ningún lugar importante! Oye, y...¿Quien gano?

Tierra le miró con el ceño fruncido para suspirar al notar que nunca le respondería su pregunta, así que solo relajo su mirada para darse vuelta a la dirección donde se habían ido sus dos amigos y negar con la cabeza.

-Nadie —dijo—. Volví a actuar como antes y creo que ahora están molestos conmigo.

Luna le miró durante unos largos segundos antes de negar con la cabeza para flotar y quedar delante de su cara interponiéndose en su vista.

-¡Claro que no! —Tierra le miró confundido—. Cambiaste mucho al como eras antes, solo eres tú, no puedes cambiar por completo una actitud tuya que apareció cuando-

Cuando tuviste vida. Negó con la cabeza quedándose en silencio al darse cuenta en lo que iba a decir. No era bueno hacer recordar cosas negativas del pasado, y lo sabía. Pues pasado pisado, ¿No?

-Esta bien —dijo el planeta para verlo con una sonrisa en su boca—. Se que tuve una actitud algo arrogante y egoísta, también se que intento cambiar, así que no me molesta hablar sobre eso.

Luna le miró por última vez antes de correrse atrás de Tierra con intención de no hablar y solo quedarse ambos en un silencio largo pero cómodo.

-Y...¿Me vas a contar donde has estado llendo estos días? —interrogo el planeta con vida para sacar algún tema de conversación que fuera mas tranquilo.

-Te dije que a ningún lugar importante.

-Oh, ¿Así que te da vergüenza contarme que estás llendo donde Titán en secreto?

Luna dirigió su mirada al planeta Tierra con los ojos abiertos, ¿Se había dado cuenta? Pero ¿Cómo? Él mismo pensó en distintas excusas para poder dirigirse a donde Titán y ayudarlo a poder calmar a todas las lunas que querían aún dañar a los planetas.

-¡No pienses en cosas raras! —Sus mejillas se volvieron de un tono gris para verlo con el ceño fruncido antes de suspirar y ver a otro lado—. Titán está tratando de hacer que las lunas estén más tranquilas y no dañen a nadie, así que me pidió ayuda en eso para poder también hablar y disculparse de alguna forma por lo que había hecho.

Tierra asintió con la cabeza lentamente para ver a otro lado con una pequeña sonrisa en su boca. Su pequeña luna era demasiado bueno con él, aunque le hubiera tratado mal en el pasado.

-Entiendo —dijo—. Así que vas a citas con Titán en secreto.

-¡Que no son citas! —grito la luna para rodear al planeta con molestia y verlo directamente—. ¡Además nunca te digo nada cuando estás de cita con Venus y Marte!

-Ellos son mis amigos —Tierra suspiró para reírse—. Lo que tenemos son solo partidas de cartas, muy distinto a la tensión que tienes tú con Titán.

-Claro, ignoremos la tensión romántica que tienen esos dos contigo.

-¡Dios, aveces eres tan tonto!

-¡Y tú muy ciego!

Se miraron con el ceño fruncido antes de empezar a reír sin parar. Claramente Tierra no cambiaría nada de eso, aunque lo que había dicho su luna le dejó pensando después de unos minutos.

Ellos eran solo amigos.

¿Cierto?