Capitulo 5✔️

130 46 2
                                    

—Lucas,hola— corro a los brazos de mi hermano para abrazarlo— ¿Dónde está mamá?—pregunto.

—Está allí dentro pero Em, te dije que no podíamos gastar el dinero en un viaje hasta acá.

—El dinero no es problema—dice Gabriel detrás mío.

— ¡Gabriel Cox! No puede ser—mi hermano salta emocionado— Es Gabriel Cox.

—Cuñado—Gabriel lo abraza y mi hermano parece querer desmayarse.

Cuñado...

—¿Cuñado?—inquiere con los ojos como platos.

—Eso dicen— el futbolista me mira mal.

—¿Por qué estás vestida así?—me examina.

—Es una larga historia. Me gustaría pasar a ver a mamá- 

Asiente y me abre la puerta.

—¡Mamá!—la abrazo fuertemente.

—Hija hermosa. ¿Por qué viniste?-

—Dime por qué nos ocultaste tu enfermedad, mamá. Ahora todo es peor y- me corta

—Voy a estar bien, cariño—me acaricia el rostro—¿Por qué estás vestida así? O más bien, por qué no estás vestida.

—Eso es mi culpa, señora Rosa— se asoma Gabriel en la puerta y mi mamá lo mira extraño—Osea, no porque estábamos haciendo nada malo... A ver no digo que no quisiera— analiza la situación y se calla—Lo que digo es que cuando fui a verla ella estaba así y quería verla y entonces la saqué, digamos que a la fuerza y la traje hasta aquí. ¿Me entendió?

Mi mamá comienza a reírse y lo observo raro. No me pregunten cómo sé que lo estoy mirando raro, solo lo sé.

—Mucho gusto, me llamo Gabriel Cox soy eh—me observa y asiento—Su yerno—comienza a reírse como cabra loca— Lo siento, es que estoy nervioso.

O actúa demasiado bien o le dió miedo mi mamá.

—Cariño, tu nariz—la toca.

—Ya está mejor—observo fijamente a Gabriel.

—Entonces ustedes son novios—

—Umju, el casi me rompió la nariz pero terminé enamorándome aún más—medio miento.

—Cuando te veo me pongo nervioso— se rasca la cabeza.

—Mucho gusto muchacho. Bienvenido a la familia. Ven acércate— mi madre le besa la mejilla—que guapo eres.

—Su hija nunca me lo dice—se queja

—La verdad eres feo, no sé que te vi— mi mamá me pega en el brazo.

Analizando bien la situación el condenado no es tan feo, de hecho es demasiado atractivo pero no pienso admitirlo.

—Se quedarán en la casa. Mañana me dan de alta y les cocinaré algo delicioso.

—Reservé un hotel...

—Ni lo sueñes—le dice mi madre—tu padre tuvo que salir por trabajo pero pueden ir para la casa y mañana vienen por mi.

—De ninguna manera, mamá. Me quedaré contigo.

—Ya dije que no, Emma. Esta guapura necesita descansar— le sonríe a Gabriel.

—¿Te das cuenta de que tu hija soy yo?—me cruzo de brazos.

—Si si, váyanse- 

—Hasta mañana señora— le besa la mejilla a mi madre.

Un gol directo al corazón. (Editando)Where stories live. Discover now