Capitulo 23 Cumpleaños Feliz✔️

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—Creo que este vestido es demasiado— comento mirándome al espejo.

—Estás bellísima— me abraza Alaska.

Escuchamos un auto estacionarse y bajamos rápidamente.

—A la...— los ojos de mi mejor amiga se iluminan.

Frente a nosotras está una limusina negra.

—Buenas noches, señoritas. Permítanme— nos abre la puerta el conductor de manera educada.

—Gracias— subimos y cierra la puerta.

Nunca antes me había subido a una. Está increíble por dentro.

Alaska sin pensarlo abrió una botella de champaña y nos sirvió dos copas.

—Se que no bebes pero tenemos motivos por el cual brindar . Uno, es que tu madre ha mejorado significativamente y lo otro es que la familia de tu novio quiere conocer a tu familia—

—Salud, Emma— chocamos las copas

—Salud, Alaska— bebemos al mismo tiempo.

Un rato más tarde.

—Iré por algo de beber— dice mi amiga marchándose.

Genial, miro a mi alrededor y solo veo personas adineradas a las que ni siquiera conozco.

—Estás preciosa— hablan en mi oído—. Antes de elegirlo te imaginé con él, sin embargo mi imaginación se quedó corta con la realidad.

—Feliz cumpleaños, Aiden— me giro para mirarlo y oculto mi regalo detrás mío.

—¿Qué tienes allí?— interroga.

—Nada—

—Eres enana, puedo ver que traes algo— se burla de mí.

—Estoy cansada de decirte que tú eres demasiado alto. Yo tengo un tamaño normal, de hecho me considero alta—  levanto mi cabeza para mirarlo—. Es un obsequio para ti.

—La inteligencia te persigue pero tú eres más veloz— se ríe.

—Eres un imbécil. Compórtate como un señor de treinta— bufo.

Después de todo me agrada que saque su lado divertido conmigo, es bonito ver que no es del todo la persona que dicen en las revistas.

—Si supieras lo que puede hacer este señor de treinta— se me insinúa risueño.

—Me estaba rompiendo la cabeza pensando que obsequiar a alguien que lo tiene todo y más. Hasta que lo tuve claro, te tengo tres obsequios. El primero es este— levanto un poco mi vestido dejando ver los tacones.

—Lo siento, no son de mi talla—contesta robándome una sonrisa.

—Yo no uso tacones y lo estoy haciendo por ti. El segundo es una corbata— la saco de la bolsita—. Sé que tienes muchas, sin embargo ninguna que yo te haya obsequiado, y viene acompañado de otra cosa que debes ver solo, no ahora.

—Espero sea una tanga tuya— levanta las cejas.

De hecho son unos boxers de Spiderman, junto con unas medias largas y una máscara.

No pude evitarlo.

—Soy tu cuñada, maldita sea— giro los ojos y continúo—. Y esta es una taza con una foto tuya, yo misma la tomé, también fue mi idea agregarle el texto "con dos de azúcar, por favor"  Espero que cada día que envíes por un café le echen azúcar. Es por tu bien.

Toma la bolsita y me abraza.

—Ha sido el mejor regalo que he recibido en años. También el más original, imagino que eso dentro con la figura de Spiderman son unos bóxers— se ríe.

Un gol directo al corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora