Capítulo diez

35 7 8
                                    

Hoy es el baile del instituto.

Estoy en mi habitación en estos momentos, sonriendo satisfecha mientras me observo en el gran espejo. Me puse el vestido rosa pálido que compré hace dos días, con un corte clásico y una falda que cae hasta la rodilla. Mis labios están pintados de un suave tono rosa, y mi cabello lo peiné con una cola alta y ondas suaves que le dan un toque informal y elegante a la vez. Combiné mi atuendo con unos zapatos de tacón plateado alto.

Sonrío al mirarme una última vez en el espejo, asegurándome de que todo en mi atuendo se vea perfecto. No quiero darle excusas a la idiota de Amber para burlarse de mí. Una vez hecho lo anterior, salgo de mi habitación y bajo las escaleras, encontrándome con mis dos acompañantes, discutiendo cuál de ellos se ve mejor. No puedo evitar sonreír ante su entusiasmo.

— ¿No me ves? — Ashton se señala a sí mismo con egocentrismo — Me veo como un jodido dios griego, y tú te ves como un universitario que ha pasado una mala noche. Estás perdiendo tus encantos, Luquitas.

— ¡Cállate, mala réplica de chico malo! — Mi hermano lo mira mal y lo empuja — Tu cabello se ve espantoso, tal como tú —. Sonríe triunfante al ver la mirada ofendida de Ashton.

— ¡Mi cabello es fabuloso, pedazo de imbécil! — Grita Ashton ofendido, señalándolo con el dedo. — El tuyo parece un jodido nido de pájaros. Te recomendaré algunos tratamientos para ello.

No puedo evitar reír. Ashton siempre ha sido muy vanidoso con su cabello; cualquier comentario que ofendiera su abundante y perfectamente cuidado cabello castaño podía llevar al chico de ojos almendras a un estado de histeria.

Ashton y Lucas voltean a verme divertidos, dejando su discusión para otro momento. Me permito contemplar cómo se vistió cada uno para la ocasión.

Ashton optó por lucir como Danny Zuko, el icónico personaje interpretado por el guapísimo John Travolta. Su atuendo consiste en unos vaqueros oscuros, una chaqueta de cuero y su cabello engominado. Estoy segura de que atraerá muchas miradas con su estilo rebelde y atractivo.

Por otro lado, Lucas se decantó por el clásico look de estudiante universitario de la década de los ochenta. Viste una chaqueta deportiva del club de la universidad, con sus gafas oscuras y el cabello también engominado. Su aspecto despreocupado y rebelde le da un aire encantador.

Ambos parecen haberse puesto de acuerdo para robarse las miradas de muchas chicas del instituto, y quién sabe, quizás hasta algunos números telefónicos. Mis dos acompañantes se ven naturalmente bien vestidos, no necesitaron esforzarse demasiado para destacar, su belleza es innata.

— ¿Qué tal, chicos? —preguntó mientras me acerco y me doy una vuelta, dejando a un lado la tonta discusión que mantenían.

Mi hermano me contempla con un gesto de orgullo en el rostro, sus ojos brillan con satisfacción mientras me observa. Puedo sentir su aprobación en su mirada, como si estuviera diciendo sin palabras lo hermosa que luces esta noche. Es reconfortante sentir su apoyo y saber que está ahí para mí, como siempre lo ha estado. Su expresión me da un impulso de confianza y me hace sentir aún más segura de mí misma. 

— Maddie, luces increíble —comenta, y sus palabras me llenan de satisfacción.

Ashton, por su parte, parece quedarse sin aliento por un momento al verme, y luego me dedica una sonrisa cálida y genuina que hace que mi corazón dé un vuelco. Sus ojos almendrados brillan con admiración mientras me observa, y puedo sentir la conexión especial que siempre ha existido entre nosotros. En ese instante, todo parece detenerse a nuestro alrededor, y me siento completamente cautivada por su mirada y su sonrisa. Es como si el tiempo se ralentizara solo para nosotros dos, y en ese breve momento.

Cautivado por una pequeña mujerWhere stories live. Discover now