Capítulo catorce

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Draco Malfoy

Las clases de oclumancia con mí tía Bellatrix no era algo lindo que recordar. Mis piernas terminaban adormecidas, al igual que cada parte de mi estúpida cabeza.

No había segundo en el que mis pensamientos no se colaran. Mi sed de demostrar quién era, de demostrar cuando valía y cuantas cosas podía llegar a hacer.

—El señor tenebroso te ha elegido —la voz de Bellatrix penetraba mis oídos—. Es hora de recuperar la importancia de tu apellido que tú estúpido padre ha destruido. Es tu deber.

Las imágenes de mi padre llorando junto a mi madre, las cenas incómodas, todo era un martirio para mí estresada cabeza.

En las vacaciones todo parecía tener sentido al tener algo para hacer, al tener la gran misión. Pero no era tan fácil como lo había pensado.

Debía matar a mí director.

Debía proteger a Lya.

Y si no cumplía con aquello, iba a morir. Aún tanto por vivir, aún tanto por hacer y decir. Las lágrimas sobresalían de mis ojos mientras que la verdad luchaba por salir de mí boca.

Escribí una carta a mí madre. Preguntándole acerca de los padres de Lya. Zabini me mantuvo informado de los pensamientos que tenía la francesa. De las noches llorando sin respuesta de su familia ni amigos.

Todo lo que alguna vez la acompañaba la había abandonado.

Querido hijo. Te escribo está carta con profundo dolor en cada palabra pensando en cómo enfrentarás este año tu solo.

Severus es de fiar, no te dejes llevar de tu testarudez al igual que tu padre. Se que cumplirás con la misión gratamente, al igual que aceptaras ayuda de ser necesario.

Destaca tu inteligencia, Draco. Es momento de demostrar que todo lo que alguna vez te enseñé valió la pena.

No te alejes de tus amigos, ellos pueden ser una buena ayuda. Y sobre todo...

Protege a Lya. Protegela.

No puedo darte mucha información más que ésto.

Con amor, Cissy.

—Esto no dice nada —mi voz quebradiza se escuchó en la  lechuzeria.

—Si lo dice, Draco —contestó Zabini.

—¿Que se supone que debo hacer con Lya cuando me pregunte acerca de su familia?

—La verdad —contestó sabiamente—. Debes contarle lo que me has contado está mañana.

—Me niego.

—Aunque no sea nuestra intención...La verdad siempre se sale con la suya. Depende exclusivamente de ti como quieres que Lya se entere.

Mientras nuestros pasos se aceleraban para comenzar a subir las escaleras del castillo, intentaba digerir todo lo que Zabini y mí madre me habían aconsejado.

Quizás si fue buena idea informar a Zabini después de todo.

El gran comedor comenzaba a llenarse mientras el aroma a café y comida me hacía darme cuenta del hambre que tenía.

todo lo que fuimos, 𝑑𝑟𝑎𝑐𝑜 𝑚𝑎𝑙𝑓𝑜𝑦 +18Where stories live. Discover now