todo lo que fuimos, 𝑑𝑟𝑎𝑐𝑜 𝑚𝑎𝑙𝑓𝑜𝑦 +18

Capítulo once

Lya Petit

Mientras sus ojos se clavaban en los míos, pude observar algo en él.

Algo que no había notado antes, su mirada decía tantas cosas, a pesar de estar en silencio. Desprendía de su iris una mezcla de cólera y abatimiento absoluta. Acaricie su mejilla con delicadeza, el solo cerró sus ojos con fuerza.

-¿Qué te sucede, Draco?

Su respiracion comenzó a acelerarse.

-¿Que sucede entre tu y Potter? -pregunto.

-No sucede nada, simplemente me ayudó aquella noche y tuvimos una pequeña charla.

-¿Pequeña charla, Lya? -pregunto violentamente sin dejarme de mirar-. No te acerques a el.

-No eres mí padre.

-Pero estás a cargo de mí -chillo entre dientes-. ¡Porque no sólo haces caso!

-¿Y tu porque estás tan obsesionado con el tema? -grite llevándome la mirada de algunos magos que paseaban-. ¿Hay algo que debería saber?

El me observo nervioso. Acomodó su cabello e intentó reconciliar la calma.

-Vamonos -me esquivó la mirada.

-¿Porque siempre escapas? -grite enojada.

El comenzó a caminar, dejándome atrás.

-¡Draco Malfoy, ven aquí en este momento! -exclame entre dientes.

El no se detuvo. Miles de preguntas abarcaron mí ocupada cabeza, todo estaba borroso. Mí familia no aparecía desde la llegada de Lay, Malfoy estaba relacionado con el mundo oscuro, al igual que toda su familia, no había recibido mensajes de mí mejor amiga, Tía Rose ni mis abuelos desde mí estadía en Inglaterra y me sentía jodidamemte sola. No sentía un apoyo en absolutamente nadie.

Mire el cielo, intentando descifrar porqué consideré que sería una buena idea besarme con un presunto mortifago. Malfoy, quien seguía caminando decididamente no se detuvo a observarme. Sentía que algo sucedía, realmente.

-Si no me dices lo que sucede, me prometo no volver a dirigirte la palabra -comente tranquila, pero lo suficientemente fuerte para que él lo escuchara -. Tal vez sea flexible en algunos aspectos de mí vida, pero cuando me prometo algo no hago otra cosa que cumplir. Y créeme que no me importará cenar contigo para navidad, dormir en la misma mansión y celebrar año nuevo con tu familia. No hablaré contigo.

Sus pasos se detuvieron en seco. Justo antes de terminar la calle en la que nuestros amigos nos esperaban. El viento era lo único que se oía. Malfoy se dio la vuelta bruscamente y se dirigió justo frente de mí. De modo que nuestros cuerpos quedaron enfrentados.

-Dime que sucede.

El tono de súplica de mí voz provocó que la mirada de Draco se relajara.

-No lo entenderías, Lya.

-Lo haré.

-Bien -comento rendido-. Prometo que te contaré, pero debemos volver al castillo ahora. Se nos hace jodidamemte tarde.

Nos apresuramos hasta llegar a el bar. Astoria reía mientras Theo contaba cómo había besado a Zabini en cuarto año gracias a Malfoy, quien había realizado una poción multijugos haciéndole creer que era Regina Estelle.

-Demasiado bueno para ser real -susurro Theo.

Parkinson le proporcionó una paliza en su brazo. Theo sonrió incómodo, a diferencia de Astoria. Quien ésta vez, miraba de lejos a la pareja.