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Vanessa se dirigió a la habitación de Michelle lentamente y entró con suavidad.

- ¿Michelle?- preguntó Vanessa sin ver a nadie.

- Hola, profe- dijo Michelle sentada sobre su cama tocando la guitarra.

- Vaya, no te veía- dijo Vanessa entre risas.

Michelle se levantó de la cama y se dirigió hacia Vanessa.

- Perdón por los golpes, no te los merecías.

- No pasa nada, no fue tu culpa, querida.- dijo suavemente.

- Sí, sí fue mi culpa, yo actúe cómo una idiota...y...

Vanessa la interrumpió con un beso.

- No fue tu culpa.- dijo Vanessa- Nunca antes había sentido esto por una alumna...

- ¿El qué?- se preguntó Michelle.

- Amor- respondió con dulzura Vanessa.

- ¿Amor de verdad?

- Sí, amor de verdad- dijo mirándola a los ojos.

Michelle sin darle más vueltas agarró la cara de Vanessa y se comenzaron a besar. Luego de un rato ambas cayeron sobre la cama, estando Vanessa sobre Michelle.

- Te amo Michelle, eres cómo un cuadro del museo de bellas artes.

Las dos se estuvieron besando sobre la cama y pasaron la noche demostrándose amor mutuo.

- Yo también te amo- respondió Michelle.

Vanessa estaba dando clase cómo de costumbre. Michelle no estaba y Vanessa estaba algo preocupada. Después de un rato llegó Michelle y a la profesora se le iluminaron los ojos.

- Perdón- dijo Michelle tocando la puerta.

- Oh, la favorita de la profesora- dijo Thelma sonriente.

- Thelma, silencio- dijo Vanessa.

Thelma miró a la profesora y a Michelle con cara de desaprobación.

- Bueno, perdón...- dijo Michelle saliendo del aula.

Vanessa se dirigió hacia la puerta a mi antes de que Michelle la cerrara.

- ¿Qué te pasa, cariño?

- Nada, solo...me encuentro mal. Me iré a mi habitación.

- Pero, ¿qué pasó?- preguntó Vanessa- te molestó lo que dijo Thelma- preguntó.

- No, no. Simplemente estoy mal, perdón.- se disculpó Michelle antes de irse a su habitación.

Rato después Vanessa terminó las clases y se fue sola a tomar un café. No podía dejar de pensar en Michelle. Decidió ir a su habitación y una vez entró su corazón se partió en mil pedazos. Estaba Michelle sentada en una silla forcejeando y Taylor encima suyo besándola.

- ¡Taylor, vete a tu maldita habitación si no quieres problemas!- gritó Vanessa.

Taylor salió de la habitación con una sonrisa pícara y Michelle se quedó impactada.

- ¿Qué demonios pasó aquí?- preguntó Vanessa seria.

- No lo sé, ella me obligó a que la besara cuando te vio y yo intenté levantarme pero no pude.

- ¿Y te gusta?

- No, solo me gustas tú.- dijo Michelle levantándose y dirigiéndose a Vanessa.

Ambas estaban frente a otra y Michelle intentó besar a Vanessa, pero esta se apartó.

- Te acaba de besar Taylor- dijo- es asqueroso.- replicó celosa.

- ¿Estás celosa por algo que me obligaron a hacer?...¿En serio?

- No, pero, yo quiero ser la única que te bese- le susurró Vanessa a su oído- Ahora, sí me lo permites, me voy.

Michelle se quedó atónita de pie observando como Vanessa se iba.

Por la noche Michelle se dispuso a irse al bosque. Bajó con cautela por la ventana y comenzó a correr. Todo esto sin saber que Vanessa la estaba observando y comenzó a seguirla. En cierto momento Michelle se rindió y se tiró en medio del bosque a llorar dándole golpes al pasto. Vanessa se acercó hacia ella y se sentó a su lado.

- ¿Qué haces aquí?- preguntó Michelle llorando.

- Preocuparme por mi amada- respondió Vanessa.- Dime, ¿por qué lloras?

- Nada, fue por lo de antes.

- Tontita sabes que si me lo pedías de verdad te lo iba a dar- dijo Vanessa besándola con pasión.

Al día siguiente con furia y firmeza Vanessa se dirigió hacia el despacho de la madre Letizia. Esta entró dándole suaves golpecitos a la puerta.

- ¿Qué pasa Vanessa?- preguntó la madre Letizia notando su furia.

- Nada, ¿por qué lo pregunta?- dijo nerviosa Vanessa.

- Te veía furiosa.

- Oh, no, perdóneme usted, madre Letizia- dijo Vanessa inclinándose de modo respetuoso.

- Pues, dime lo que querías decirme- le sugirió la madre Letizia.

- Dos alumnas están molestando a otra alumna- dijo Vanessa.

- Tráigame a las niñas aquí- dijo la madre Letizia seria.

- Está bien madre Letizia- dijo Vanessa.

Una vez salió y cerró la puerta hizo una sonrisa pícara y vengativa.

Querida profesora Where stories live. Discover now