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¡𝓐𝓭𝓿𝓮𝓻𝓽𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪! Contenido NSFW, diferencia de edad, un poco de daddy kink, manipulación por parte de William.
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William, que te admira desde hace mucho tiempo. Desde que entraste en su vida, su mente ha estado nublada por ti. Al principio no eras más que una buena amiga de su esposa, luego te convertiste en su segunda hija. Clara te adoraba, confiaba en ti sus hijos e incluso iba contigo al salón de belleza los fines de semana.
William, que a menudo le daba dinero a su esposa para ir de compras, en realidad soñaba con darte todos esos dólares a ti. Cada vez que Clara llegaba a casa con un montón de bolsas de ropa nueva, estaba deseando ver lo que te habías comprado.
William, que sabía que eras más joven que su esposa. A pesar de la similitud de tu carácter, tus pasatiempos e intereses comunes, eras muy diferente de Clara en muchos aspectos.
William, que estaba más que contento de verte en su casa. Ya que a menudo cuidabas a sus hijos como Clara te pedía. Cuando William trabajaba en casa, bajaba a la cocina y siempre pasaba por la sala donde jugabas con Evan y Elizabeth. William se detenía, apoyado contra la pared, sosteniendo una taza de su café favorito en sus manos y te miraba, te admiraba, te anhelaba.
William, que pensaba que eras una buena chica. Tan amable, siempre dispuesta a ayudar, tan misericordiosa. Usted logró fácilmente encontrar puntos en común con sus hijos, incluso con Michael.
Un día, cuando Clara llegó muy tarde del trabajo y los niños llevaban mucho tiempo durmiendo en sus camas gracias a ti, no pudo evitar abrazarte y agradecerte tus cuidados. William se rió entre dientes al notar lo avergonzada que estabas por las palabras de su esposa. Bueno, seguro que no se dará cuenta, te gusta que te elogien.
William, a quien le encanta verte cocinar junto con su esposa. No tienes mucha experiencia en repostería, por lo que tu linda cara quedó confundida en el proceso. La forma en que siempre preguntabas si estabas haciendo bien al agregar un determinado ingrediente al pan de chocolate. William estaba incluso un poco perdido, en su cabeza tu pregunta "¿estoy haciendo bien?" encajaría perfectamente cuando tus lindas manos estuvieran envueltas alrededor de su polla.
