ahora se como se siente en realidad—comentó divertida nerea

Poseidon fingió no haber escuchado eso para no preocuparse más de lo que estaba, se lo dejaría a poseidon de unos capítulos más adelante

En la mesa a mi lado había una bebida en un vaso alto. Percia a sumo de manzana helado, con una pajita verde y una sombrilla de papel. Tenía la mano tan débil que el vaso casi se me cae cuando por fin conseguí rodearlo con los dedos.

—Cuidado—dijo una voz familiar

Grover estaba recostado contra la barandilla del porche, con aspecto de no haber dormido en una semana

—no lo hizo —dijo annabeth

Debajo del brazo llevaba una caja de zapatos. Vestía vaqueros, zapatillas altas converse y una camiseta naranja con la leyendo <<CAMPAMENTO mestizo>> El grover de siempre no el chico Cabra.

Así que quizás había tenido una pesadilla. Igual mi madre estaba sana y salva. Tal vez seguíamos de vacaciones y habíamos parado en esa gran casa por algún motivo. Y...

Todos miraron a nerea con pena

—me has salvado la vida—dijo grover — y yo... bueno, lo mínimo que podía hacer era... volver a la colina y recoger esto. Pensé que querrías conservarlo.

Dejo la caja de zapatos en mi regazo con gran reverencia.

Contenía un cuerno de toro blanquinegro, astillero por la base , donde se había partido. La punta estaba manchada de sangre reseca. No había sido una pesadilla .

—el minotauro—dije recordando

—No pronuncies su nombre, nerea...

Así es como lo llaman en los mitos griegos ¿verdad? El minotauro. Mitad hombre, mitad toro.

Grover se removio incomodo.

—Has estado inconsciente dos días. ¿Que recuerdas?

—Dime que sabes de mi madre. ¿De verdad ella ha...?

Bajo la cabeza.

Yo volví a contemplar el prado. Había árboles, un arroyo serpenteante y hectáreas de campos de fresas que se extendían bajo el cielo azul. El valle estaba rodeado de colinas ondulantes, la más alta de las cuales, justo enfrente de nosotros, era la que tenía el pino en la cumbre. Incluso aquello era bonito a la luz del día.

Pero mi madre se había ido y el mundo entero tendría que ser negro y frío. Nada debería resultar resultarme bonito.

—Lo siento—sollozo grover—soy un fracaso. Soy... soy el peor satiro del mundo.

Gimió y patio tan fuerte el suelo que se le salio el pie, bueno, la zapatilla Converse: ropa interior estaba relleno de polispan, salvo el  hueco para la pezuña.

—Oh, Estige— rezongo

Un trueno retumbó en el cielo despejado

NAZ-[PJO]-wtmWhere stories live. Discover now