chapter IV

1.3K 129 9
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



El último día del trimestre hice la maleta.

Los otros chicos bromeaban, hablaban de sus planes de vacaciones. Uno de ellos iba a hacer excursionismo en Suiza. Otro, de crucero por el Caribe durante un mes. Eran delincuentes juveniles, como yo, pero delincuentes juveniles ricos. Sus papás eran ejecutivos, o embajadores, o famosos. Yo era una don nadie, surgida de una familia de don nadies.

mírame mocosa parezco un don nadie —dijo zeus enojado

Esta volteo a verlo con una ceja levantada cuando iba a responder su padre la interrumpido

—Tranquilo hermano por si no lo has notado mi hija no sabía de la existencia de nosotros —dijo posiedon como si estuviera hablado con un bebé

—tan lindo, me considera familia—le susurro nerea a grover burlona

Me preguntaron qué pensaba hacer yo aquel verano, y les respondí que volvía a la ciudad. Me abstuve de mencionar que durante las vacaciones necesitaría conseguir algún trabajo paseando perros o vendiendo suscripciones de revistas, y pasar el tiempo libre preocupándome por si encontraría escuela en otoño.

—¿porque necesitabas trabajar?—pregunto apolo preocupado

Por primera ves en siglos poseidon compartía el mismo pensamiento de su sobrino

—necesitaba dinero —respondio esta

—pero eras una niña—dijo poseidon

—déjalo papá, ya no es así —

—Ah —dijo uno—. Eso mola.

Regresaron a sus conversaciones como si yo nunca hubiese existido.

groseros —murmuró hestia

La única persona de la que temía despedirme era Grover, pero luego no tuve que preocuparme: había reservado un billete a Manhattan en el mismo autobús Greyhound que yo, así que allí íbamos, otra vez camino de la ciudad.

que casualidad

Grover no paró de escudriñar el pasillo todo el trayecto, observando al resto de los pasajeros. Reparé entonces en que siempre se comportaba de manera nerviosa e inquieta cuando abandonábamos Yancy, como si temiese que ocurriera algo malo. Antes suponía que le preocupaba que se metieran con él, pero en aquel autobús no iba nadie que pudiera meterse con él.

Al final no pude aguantarme y le dije:

—¿Buscas Benévolas?

querías matar de un susto a grover eh nerea

Grover casi pega un brinco.

—¿Qué... qué quieres decir?

Le conté que los había escuchado hablar la noche antes del examen.

NAZ-[PJO]-wtmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora