Te quiero, Iceman.

67- Se ve tú rostro

El la sujetó con más fuerza y la abrazo contra su pecho sin importarle su ropa el agua

-Te estas mojando- murmuró ella aun algo en estado de shock -Te estoy empapando, kimi

- está maldita agua está hirviendo- soltó el sujetándola con fuerza aun contra su pecho sin prestar atención al hecho de que su suéter estaba como una esponja.

A Mika le dolía. Le dolía su abrazo pero no se quitó, cerró los ojos y soportó el dolor que le causaba ser prácticamente exprimida con el pecho firme y ahora cálido de Kimi.

-¿Qué estabas haciendo?- le preguntó él nuevamente, ahora en un susurro contra su cabello húmedo. Mika levantó la mano y le sujetó con firmeza. -¿ Qué hacías?

- yo solo- susurro ella aún desconcertada - yo solo estaba ... Me desperté a media noche. Tuve una pesadilla muy vivida y...

-¿Por qué coño no me despertaste? - preguntó él parecía que sin aliento

- no se yo... No quise despertarte

- ¿Que importa mi sueño, mika?- reprocha el - ven- le ordenó separándose,

-No, no, no- susurró ella -déjame un rato más aquí

Kimi le miró sumamente confundido

-¿Te quieres dar un baño ahora mismo?-el reclamo de pronto algo molesto, de los nervios, molesto porque pensó que ella... por una tontería sin sentido eran las cuatro de la mañana y esta loca quería...

-No es eso- replicó ella y se soltó de él para volver a meterse al agua, y al alejarse se encontró el los ojos de Kimi, que estaban nublados de confusión, pero él debió ver algo en los de ella que le hizo dejarse caer de culo en el piso del baño donde antes habían estado de cuclillas. Miro como Mika se volvía sumergir y cuando estuvo a punto de volver a sacarla del agua ella emergió y noto que ella estaba más calmada, así que no pensó dos veces, era una bañera bastante grande, si que Kimi, sin pensarlo dos veces empezó a desvestirse y cuando mika se fijó en que estaba haciendo le miró confusa, pero antes de que pudiera decir nada él le hizo una seña con la mano- Correte, dejame espacio- le pidió, más a modo de orden que de petición, pero es que tenía los putos nervios de punta.

Mika lo hizo y él se sentó detrás de ella. Mika se giró y le miró, mientras él abría de nuevo la llave de agua caliente a tope para llenar aún más la bandera. Luego de unos minutos, cuando le pareció que estaba bien, cerró y se encontró con la turbia mirada de Mika y la hizo entrar entre sus brazos y la sujetó contra el pecho en el agua caliente casi sumergidos.

Al inicio Mika se removió un poco pero él la sujetó con firmeza

-Tienes que pasar por ello para dejarlo detrás - le dijo Kimi en voz baja - deja de resistirte. Vamos. Dejalo. Dejalo- fue en realidad casi un ruego

Y Mika no supo qué fue, si fue el gesto, si fue el calor, si fue el dulce, si fue el abrazo, si fue su cuerpo, si fue su presencia, si fue la seguridad, si fue la certeza, si fue la fuerza, si fue la desesperación de él o el miedo que vio en su ojos momentos antes, pero se puso a llorar como una magdalena, a moco tendio, al inicio calladamente hasta que perdió todo y se levantaron todos los velos, y empezó a llorar con desconsuelo, con rabia, con furia, con impotencia, cuando no se controlo más y se sacudió al no poder contener mas en su interior todo aquello, kimi la sujetó con firmeza y la calmo como a un animal herido, le beso la cabeza y le acarició, tratando de acompañarla y contenerla.

Sus sollozos retumbaban en la acústica del baño lleno de vapor y en el pecho de Kimi, cerraba los ojos con fuerza mientras trataba de mantenerla entre sus brazos cuando se sacudía, intentó consolarla sin detenerla, porque ella se quedaba con tanto hasta que ya no podía más, necesitaba que ella se permitiera sentir y fluir todo aquello, pero quería que supiera que él la sostendría, aunque presenciar su dolor le apretaba el corazón en un puño.