𝐀𝐂𝐂𝐈𝐃𝐄𝐍𝐓𝐄 | Universal x Pixar |

𝖈𝖆𝖋𝖊...

Nunca se detuvo a ver a alguien más.

Pues alguien ya tenia su corazón, o eso es lo que él creía.

Fue difícil el transcurso de los seis meses donde cada día, sin falta, sentía la ausencia de su ser, de su sonrisa, risa o amabilidad, y anhelando hasta lo profundo de su alma que volviera a caminar por los pasillos del edificio, con su tan característica aura de tranquilidad.

Y había vuelto así, pero sin dirigirse a él, sin voltear a verlo.

Y él solo se limito a verlo, observarlo desde lejos, sin valor de romper la barrera invisible que lo mantenía a una agradable distancia que lo hacia inalcanzable.

Tal vez sea cobarde no luchar por quien en algún momento fue lo que te hizo estallar en el alma, pero él sabía que esa lucha ya estaba ganada, y que no podía hacer nada más para frenarla. Ya que fue finalizada desde hace tiempo atrás.

Declarando él como perdedor y el otro como vencedor.

Y aun que intentará una y mil formas de frenarlos, de detenerlos, era inútil. Era jodidamente inútil.

Él era joven, y aún poseía tiempo para encontrar a alguien que lo completará, solo era cuestión de tiempo encontrar a ese alguien.

Pero era terco.

Y, me atrevo a decir, ciego.

...

- Deberías ya de rendirte. - Le dijo él. - Sabes que ya está con Universal. Son pareja, entiéndelo.

Se inmutó, apretando su taza entre sus manos y contra la mesa.

Sabía que las palabras eran ciertas, pero aún así, no lograba comprenderlas, se negaba a tal realidad.

Lo peor, esos términos provenían de su acompañante, el cual estuvo a su lado en los momentos donde él se había desahogado del dolor, y él lo acogía entre sus brazos, tumbandose en el suelo alfombrado que todas las oficinas tenían, por largos, casi interminables, lapsos de tiempo.

Estaba infinitamente agradecido por aquello, pero no se animaba a decírselo, su orgullo se lo impedía.

- No pedí tu opinión. - Respondió, tomando de su taza de café.

Suspiro, cansado de su actitud arrogante y egoísta.

Esa era una parte de él que no le agradaba, solo esa parte.

Él no era así.

- ¿En serio? ¿Seguirás?

- Si.

- Illumination, ya déjalos ¿no crees que ya es suficiente?

Se quedó en silencio, y el contrario supo que le estaba dando la razón.

- Hasta tú sabes que esto es una estupidez, sin ofender, eh - Continuó. - ¿Y... ahora que harás?

- Nada, supongo.

- ¿Los dejaras en paz?

- Tal vez. - Murmuró.

Suspiro, nuevamente.

- ¿Nunca volteaste a ver a alguien más? Digo, tienes opciones. Pero tu terquedad empieza afectar tu visión. - Bromeo, con una chispa de verdad en su voz.

Y él la percibió.

- ¿Opciones? - Repitió con confusión.

- ¿No lo ves? - Se apunto a si mismo.

Lo observó por un tiempo, intentando comprender a que se refería.

Pero luego entendió, ensanchando sus orbes de la impresión, y poniéndose levemente colorado.

- Te gusto... - Dijo como una afirmación.

- Desde que nos conocimos.

┤Fin capitulo.

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500 palabras