𝐀𝐂𝐂𝐈𝐃𝐄𝐍𝐓𝐄 | Universal x Pixar |

𝖓𝖔𝖈𝖍𝖊...

Se cumplieron tres meses desde que comenzaron a hacer esto, pero desde un principio a ninguno de los dos le importo, estaban cómodos al lado del otro, y pensar que antes se insultaban y peleaban. Ahora, recordar aquellas acciones los hacían extrañarse con sigo mismos.

No tenía que decir nada para saber como se sentía el otro, Disney aún le costaba superar a Pixar, y él lo entendía, esperaría el tiempo que él nesecitara, sería paciente, solo por él.

- ¿Y como te fue hoy? - Preguntó para romper el silencio.

- Bien, ¿y a ti? - Devolvió la pregunta.

- También. - Respondió, encogiendo levemente sus hombros, restandole importancia.

- ¿Universal siempre se va temprano?

- Desde que Pixar esta en el hospital no falta ningún día a visitarlo.

Confirmo su sospecha. Y asintió. - Aja... - Murmuró.

Siguieron caminando, el sonido de la nueva discoteca de al frente lleno las puertas principales, estaban tocando una canción lenta, sin letra.

Hizo una mueca de disgusto al ver como las siluetas de los jóvenes lo bailaban, las generaciones de hoy eran cada vez peores.

Volteo a ver al mayor de estatura.

Se sorprendió.

- ¿Me concede esta pieza? - Su mano estaba extendida y la otra en su espalda.

Se inclino, abrazando su abdomen y aguantando la risa.

- ¿Que? - Pregunto de vuelta, contagiandose de su risa.

Se enderezó y apretó sus labios, intentando ahogar la risa. - Acepto. - Y con eso, acepto su mano.

Sus cuerpos hicieron contacto, poso su mano en su cintura, y Disney poso su mano en su hombro, sus manos aún estaban juntas y un poco elevadas en el aire.

Comenzaron a danzar al ritmo envolvente de la melodía, cada paso guiado por la armonía nocturna, mientras la luna alcanzaba su punto álgido, iluminando su encuentro con un resplandor plateado.

Bajo la luz lunar, sus rasgos faciales adquirían una delicada prominencia, realzando el atractivo de ambos. En el intercambio de miradas, uno veía al otro como su universo completo, mientras la respuesta se manifestaba en una sonrisa cargada de complicidad y amistad.

Cada paso acercaba sus cuerpos, la proximidad magnificada por la hipnótica luminiscencia lunar, y la distancia entre ellos se desvanecía en la penumbra.

Con la música despidiéndose en un susurro, un silencio palpable se apoderó del espacio. Fue entonces, en la quietud expectante, que sellaron el momento con un beso, aparentemente efímero y trivial. Sin embargo, en esa breve conexión, el destino quedó prendado, como si el universo mismo hubiera detenido el tiempo para atestiguar esa instantánea de amor.

┤Fin capitulo.

Voten si les gustó el capitulo.

422 palabras