𝖘𝖔𝖓𝖗𝖔𝖏𝖔...

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El sol se asomaba por los vidrios, resplandeciendo el interior del lugar, e iluminando los rostros de todos los presentes.

La noche fue ruidosa, desastrosa, fría.

La mayoría de las ventanas tenían grietas y marcas de los golpes que recibieron por la noche, pedazos de pequeños vidrios yacían en los suelos, las mesas estaban alejados de las puertas y una escasa cantidad de personas se iban despertando, y otras ya se encontraban despiertas.

Seis menos veinte, dio en el reloj del establecimiento.

Apretó sus ojos con molestia, un estallido de luz le dio de repente en su rostro, interrumpiendo su sueño.

- Oye, despierta - Le dijo alguien cerca de su logo.

Se giro hacia él y lo quedó mirando, intentando identificar la silueta de las luces que alumbraban atras de él.

Entrecerro sus ojos, haciendo un esfuerzo en enfocar su vista.

Sus rostros estaban cerca, muy cerca.

Abrió con sorpresa sus orbes, y como un reflejo rápido, se alejo de él, pero fue un movimiento brusco, ya que no midió su fuerza ni rapidez, dando su frente contra la nariz del otro.

Dio un quejido de dolor, llevándo sus manos a la zona adolorida.

- ¡Lo siento! - Dijo de inmediato. - ¡No fue mi intención! solo, solo me quería levantar, pero no note que estabas muy cerca-

- Esta bien. - Interrumpió, aun con sus manos en la nariz. - Fue mi culpa, debí respetar más tu espacio, ¿no? - Dijo, volteando a verlo con una diminuta sonrisa.

- ¡No! - Negó rápidamente. - ¡Fue mi culpa! Me puse nervioso y-

Se callo, y apretó los ojos con frustración al darse cuenta de lo que dijo.

- ¿Nervioso? - Repitió confundido. - ¿Te pongo nervioso?

Apretó con más intensidad sus orbes, enojado con sigo mismo de no controlar sus verdades.

- N-no quise decir eso. - Miró sus ojos. - Pixar, yo-

Iba aclararlo mejor, intentando que no mal interpretara lo que dijo, aun que fuera verdad, aun era muy pronto para admitirlo.

- Señores. - Llamó y se dirigieron a ella.

- ¿Que pasa? - Preguntó el menor.

- Las puertas permanecerán abiertas si gustan irse, pero si quieren permanecer aquí y llamar a alguien, no hay problema. - Avisó.

Dio una corta reverencia en forma de despedida y se alejo de ellos.

El silencio se poso en ellos, por un instante, antes de que nuevamente el menor lo interrumpiera.

- ¿Vamos a irnos o llamamos a alguien? - Preguntó, olvidándose de la conversación anterior.

Lo encaró. - Olvide mi celular en el auto, - Siguió. - supongo que tendremos que ir por el.

- Uh. - Exclamó. Teniendo la leve sospecha que el auto se encontraría peor que las ventanas del lugar.

...

Acertó.

Las ventanas no eran más que pequeños cristales que se encontraban fuera y dentro del auto, y la pintura negra tenía abolladuras en partes específicas.

Y no hay nesecidad de hablar de la parte interior.

- Espero, - Apuntó hacia el vehículo. - que tenga seguro.

- Afortunadamente, tiene, - Siguió. - pero dudo que alcance para los gastos.

- Te puedo ayudar. - Se ofreció.

- No es necesario, puedo pagarlo, pero será un gran gasto de dinero. - Se quejó, acercándose al objeto.

Apoyo sus brazos encima del capó y enterró su logo en estos mismos. - Debí estacionarlo en un lugar cerrado. - Dijo, ahogado entre sus brazos.

- Los errores pasan, pero aun así, lo siento. - Con pasos suaves se fue acercando a su lado, y le dio un tacto delicado en su espalda, consolandolo. - También es parte mi culpa.

Elevo la mirada de sus brazos. - No es tu culpa ¿por qué lo sería? - Siguió. - Fui un idiota al no hacerte caso cuando me dijiste que lloveria. No te sientas culpable por esto, que lo único que hiciste fue acompañarme y ayudarme en la tormenta. Por favor, no sientas culpa, que el único que tiene que enfrentar las consecuencias soy yo, no tu.

Las palabras llegaron a su oído, y sin tardar, el sonrojó se coloco en sus mejillas, junto con el palpitar de su pecho y el descontrol de su estómago. Y las palabras no salieron.

Y cuándo le brindo una sonrisa, una cálida y acogedora sonrisa. No evito el hervir en su rostro. Se sentía impotente, sin saber que decir en el momento, y solo quedándose observando.

No había ninguna mentira en lo dicho, ni una ilusión.

Todo era verdad, una realidad

Y, tal vez un comienzo.

Fin capitulo.

Voten si les gustó el capitulo.

717 palabras

𝐀𝐂𝐂𝐈𝐃𝐄𝐍𝐓𝐄 | Universal x Pixar |Where stories live. Discover now