you're waiting for someone
to put you together
you're waiting for someone to push you away
there's always another wound to discover
there's always something more you wish he'd say
Observaste la maquina de escribir con una mirada en blanco.
Este era un nuevo intento, solo uno de tantos, por sacarte de este letargo deprimente. Tal vez, poniendo en palabras el cómo te sientes, podrías sacar todo eso de tu sistema. Sin embargo, la migraña persiste, tu cabeza se siente pesada y cuando llevas tus dedos a las teclas, tiemblan por lo frías y débil que te sientes.
Pero tienes que empezar por algo, así que decides teclear la fecha; primero de marzo, 193-
Y casi como si fuera una broma de mal gusto, justo ahora tu estómago decide sacar lo poco de comida que has podido retener entre tantos vómitos.
La bilis sale cuando no queda nada más dentro de ti, el asco de todo esto no te ayuda para nada y muchos menos las lágrimas que se te escapan, no con lo deshidratada que ya debes de estar.
Permaneces inclinada sobre el inodoro, temblando e hipando, preguntándote de donde vino esta estúpida enfermedad, siempre habías sido sana como un roble, las veces que enfermaste fueron ridículamente escasas y nunca tan intensas como ahora.
Si tuvieras la energía, definitivamente te cabrearías con el destino.
Te sientes tan distante de ti misma, con estos dolores cada vez más persistentes, no sientes que tu cuerpo sea el tuyo, no con lo débil que estás ahora.
Deberías pararte, pero ¿Para qué?, si volverás a este sitio exacto tarde o temprano.
—... lamento la demora!, me costó un poco encontrar el camino, pero... ¿Mi amor?
Te sorprendes de lo aletargada que te sientes, lo lejana que parece la realidad, al punto de que no escuchaste cuando tu marido abrió la puerta o el inicio de su saludo. Aunque intentas levantarte, de verdad que lo intentas, no encuentras la fuerza para sostenerte, no debería sorprenderte tanto, incluso el agua termina causándote vómitos.
Aun así peleas, sujetando con necedad el borde de la taza para levantarte y estás a punto de lograrlo, pero otro pique de migraña hace que casi regreses al suelo, siendo algo impedido por él, que te atrapa antes de que eso suceda.
Todo esto es tan deprimente que quema.
—Perdón... —Mascullas con una voz maltratada, tratando de calmar tu respiración irregular, haciendo lo posible por ignorar el dolor de cabeza y tus lágrimas de frustración.
—Está bien, tranquila —Consuela él, sosteniéndote contra su pecho con delicadeza, aunque el movimiento solo hace que te marees un poco—. Ya encontraremos una solución, te lo prometo.
Él intenta consolarte, de verdad que sí, la angustia en su voz es palpable, así como la voluntad férrea en encontrar un medicamento, una pista de lo qué sea esto, pero no encuentras un amparo. Sus palabras simplemente no te reaniman más y a este punto sientes que se está tomando esto como un mal suyo.
Ya han intentado con más de un doctor en la capital, tienes más pastillas en tu sistema que comida, pero nada funciona, los dolores de cabeza ya no tienen una pausa y a la tristeza abrumadora que te carcomía tienes que sumarle la frustración de no saber qué rayos está pasando.
¿Qué más pueden hacer?, ¿Qué les queda por intentar? Dudas tanto de que la nueva medicina que trajo sea la tan esperada respuesta.
—Vamos, intentemos con la nueva receta, iremos a la cama y si en la noche te sientes mejor, saldremos a cenar, tengo una corazonada —Pide con tranquilidad, acariciando su espalda suavemente, tan temeroso de lastimarla y aunque quiere decirle que ya no lo soporta, que no quiere más corazonadas, tampoco quiere decepcionarlo.
No le crees, y en tu estado la idea de salir suena estúpidamente ridícula, pero él lo está intentando, ha consultado en tantos lados, gastado tanto dinero, que te sientes culpable por sentirte decepcionada de él, tan desconectada emocionalmente que a veces te preguntas si todo este malestar es causado por algo mental.
Deberías amarlo más por todo lo que hace por ti, pero a pesar de todo el tormento físico que has pasado, aún sientes que algo simplemente falta, que nada encaja, sus besos y caricias son tan extraños para ti, tan ajenos y para rematar, todo el dolor y tristeza simplemente empeoran con cada migraña.
Eres una esposa terrible. Así que intentas sonreír cuando asientes contra su cálido pecho y fuerzas a tu garganta irritada a pasar esta nueva pastilla amarilla.
he's everything you want
he's everything you need
he's everything inside of you
that you wish you could be
he says all the right things
at exactly the right time
but he means nothing to you
and you don't know why
Lista de reproducción.
Próxima actualización:
10/03/2024
BINABASA MO ANG
RESILIENCIA Y EGOÍSMO
Fanfiction𝐌𝐢𝐤𝐚𝐬𝐚 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞 𝐩𝐞𝐧𝐬𝐚𝐫 𝐞𝐧 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐟𝐫𝐚𝐜𝐚𝐬𝐚𝐫𝐨𝐧 𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐜𝐚𝐦𝐢𝐧𝐚 𝐝𝐞𝐬𝐨𝐥𝐚𝐝𝐚 𝐜𝐨𝐧 𝐮𝐧 𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐢𝐧𝐜𝐨𝐧𝐬𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐧 𝐬𝐮 𝐞𝐬𝐩𝐚𝐥𝐝𝐚. "𝘕𝘰 𝘴𝘰𝘯 𝘭𝘰𝘴 𝘮á𝘴 𝘧𝘶𝘦𝘳𝘵𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘭�...