Pesadilla (Anti-romántico / EN EMISIÓN)

Capitulo 7 El nieto de Chiyo

El el sonido de la puerta pesada del sótano en casa de los Haruno sonó justamente cuando Sasori terminó con la última puntada sobre el cuello del cadáver con el que trabajaba, al poco tiempo Kizashi apareciera al otro lado de la camilla metálica. En pocos meses el nieto de Chiyo aprendido velozmente a preparar un cadáver, hasta el mismo Haruno comenzaba a dudar nunca antes huber estudiado para dedicarse a la profesión que muchos temen y lo encuentran taboo, embalsamador. Sasori era demasiado hábil, su trabajo terminaba como un profesional experto de años. Lograba cerrar la boca con el hilo dentro de la nariz.

—¿Seguro que no me metiste? —Kizashi a menudo hacía la misma pregunta al ver el buen trabajo de su estudiante.

—Debe aceptar que es un buen maestro —respondió Sasori con una ligera sonrisa. En una mano sostenía la aguja especial para perforar la piel muerta humana.

—Si lo fuera usarás los guantes —dijo tras notar que otra vez no usó guantes.

Sasori bajó la cabeza y rió, después llevó la aguja a una mesa metálica a un lado del cuerpo sin vida.

—Esto demuestra que aún falta mucho por aprender, pero por ahora debo volver con mi pobre abuela Chiyo.

—Buena trabajo, limpia y vuelve a casa.

A punto de darse la vuelta para volver a la primera planta, Sasori detuvo a Kizashi con la misma pregunta desde que Sakura se fue.

—¿Cuándo volverá su hija?

—Pronto la verás. Las vacaciones con los familiares de mi esposa han terminado.

Los Haruno se encargaron de no manchar el nombre de Sakura cuando supieron que se fue por su cuenta con un forastero que no tenía mucho conociendo. Cada vez que alguien preguntaba por ella respondían que pronto volvería de las vacaciones de los familiares de Mebuki. La misma historia usaron con Sasori, el pretendiente intenso de su hija.

—Espero que sea pronto. Mi abuela desea prepararle una deliciosa tarta de durazno.

—Pasado mañana saldré nuevamente de viaje para recogerla. No queremos arriesgarnos que viaje sola. Siento pena pedirte que te hagas cargo del trabajo solo.

Los ojos de Sasori se extendieron al escuchar que vería pronto a Sakura. Removió la bata negra la que usa para no manchar su ropa, luego caminó hacia con Kizashi.

—Sabe que puede pedirme lo que quiera. Si pide que vaya por su hija con gusto lo haré.

Kizashi antes de responder bajó un poco la vista para ver la manos de Sasori un poco ensangrentadas.

—Créeme que quisiera, pero Sakura espera por mí. Si te mira pude que se moleste, sabes cómo es.

—Claro que recuerdo su actitud, pero sería mejor que yo fuera para que avance más pronto con todo el trabajo.

Kizashi volteó hacia la dirección del refrigerador donde guardan los cuerpos en espera para embalsamar. Todos los espacios estaban ocupados. Deseaba pedirle que fuera por Sakura, pero los Uchiha dejaron claro que él debía presentarse de lo contrario no la entregarían a nadie más. Todo esto para terminar bien con el favor que Kizashi pidió a Madara. Una vez entregada al padre, los Uchiha no eran más responsables de lo que fuera a pasar con ella. Obviamente no le diría este detalle a Sasori para seguir ocultando la verdadera historia de la ausencia de Sakura. Mucho ha tendido que soportar durante años el rechazo y los celos de la chicas de su edad, manchar su reputación sería lo último que esas mujeres necesitan para lograr que ella vuelva a huir del pueblo para nunca más volver.

—Estoy seguro que lo harás bien, también tengo pensado contratar alguien más para que te eché la mano con cosas sencillas.

—Estoy seguro que ayudara mucho, aunque sigo pensando que la mejor opción es que yo la recoja de con sus tíos. Si cambias de opinión avísame para avisar a mi abuela que no me verá en días.