Life 0. Una vida como cualquier otra

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"¿Necesito esperar a que alguien más tome la iniciativa? ¡Jamás!"

- Y por eso niños, cualquier hombre que se respete debe de seguir las enseñanzas de la ruta Harem y las Oppais, solo así llegarán a ser una persona de bien -

Fueron las palabras que resonaron en el aire mientras un hombre de edad avanzada era forzado a subir al vehículo policial. Sus ojos reflejaban una sabiduría acumulada a lo largo de los años. A pesar de la fuerza que lo empujaba hacia el interior del auto, su postura denotaba una resistencia tranquila, acompañada de una sonrisa socarrona.

- ¿Sabes que no te irá para nada bien ante el Juez sí sigues diciendo ese tipo de cosas hacia unos niños, verdad? -

- ¡Hagan realidad los sueños de este anciano! ¡Construyan un gran Harem y demuestren que la salvación para el mundo humano tiene que ser mediante las Oppais! -

- Ah~ Como sea, llévenselo muchachos - Una vez con el individuo dentro de la patrulla, el oficial a cargo se giró al grupo de infantes que veían la situación con curiosidad - Niños, olviden todo lo que ese abuelo les pudo haber dicho, ¿Si? Ese tipo de cosas no es algo ustedes deberían de haber escuchado -

Un poco desconcertados por lo que acaba de ocurrir, la mayoría de los pequeños simplemente asintieron ante las palabras de la autoridad. Quien después de recibir una respuesta, rápidamente se retiró de la escena, permitiendo que todo volviera a la tranquila cotidianidad del parque.

Sin embargo, un chico de cabellera castaña y ojos color miel no podía evitar hacer memoria acerca de todos los relatos que aquel viejo hombre les había compartido a él y a los demás durante su estadía en el lugar. Absorto en sus propios pensamientos, el niño ignoró por completo las débiles voces que le llamaban con insistencia.

- ¡Ise-kun! -

- ¡Ise! -

- ¿Hmm? - Al voltearse para descubrir de dónde provenían aquellas voces, el recién nombrado Ise se encontró con un par de niñas que aparentaban ser de su misma edad.

La primera se trataba de una chica de cabello anaranjado con un estilo que le hacía parecer más un chico que una chica. A pesar de ello, gozaba de unos resplandecientes ojos de tonalidad morada, que al verlos deslumbraban un carisma extraordinario que contrastaba con su apariencia varonil.

Por el otro lado, la segunda niña quien contaba con una frondosa cabellera de una pigmentación verde oscuro, algo bastante peculiar para los estándares humanos, estaba acompañada de un par de ojos esmeralda que reflejaban ternura e inocencia, algo que ayudaba a resaltar su rostro pecoso.

- Oh, Rin-chan, Hana-chan, pensé que estarían jugando en los columpios, ¿Qué hacen aquí? - Preguntó el chico.

- Estabas tardando mucho en volver, así que le pedí a Hana-chan que me ayudará a encontrarte, ¿Dónde estabas? Sabes que nosotras dos no alcanzamos el suelo de los columpios, y Hana no tiene la suficiente fuerza para empujarme - Explicó Rin, cuyo verdadero nombre era Irina Shidou.

- ¡Eso! Necesitamos de Ise para poder divertirnos al máximo - Agregó la ojiesmeralda, quien respondía al nombre de Hanabari Midoriya.

- Me preocupa lo que estabas haciendo solo Ise-kun. Debió de haber ocurrido algo importante para que tardaras en regresar - Mencionó Irina con un tono levemente preocupado.

- ¿Sucedió algo malo? - Secundó la Midoriya.

- ¿Uh? ¡No, nada de eso! - Negó el chico con un movimiento de cabeza hacia los lados - Es solo qué... Ya he escogido mi sueño...-

High School DxD: Reficere latentis veritatisحيث تعيش القصص. اكتشف الآن