EL ÚLTIMO VALS

24 12 61
                                    

Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.





Ilay llegó con Kejan hasta el lugar donde se encontraba Lyaksandra; no obstante, lo que parecía ser un reencuentro familiar, era solo una trampa. Dentro de la camioneta Ford, estaba Kyrylo.

Kejan bajó del vehículo y se dirigió hasta su hermana.

Lyaksandra se regocijó al ver a sus hermanos, Ilay iba a sacar su arma; pero al ver a Kyrylo tratando de caminar para abrazar a su hermana, lo conmovió por dentro.

—Gracias por salvar a mis hermanos. 

Ilay asentó la cabeza.

Kejan no apartó la mirada de su captor, y buscó la oportunidad para advertirle a Lyaksandra que era uno de los malos. Marco y Daryna se acercaron para auxiliar a Kyrylo. No obstante, en el camino, Ilay se había encariñado de ese niño. Aunque era un delincuente, tenía sus principios: no matar niños y mujeres.

Y donde estaba, había dos niños, y una mujer. Pero si su líder se enteraba lo iba a matar ¿Qué otra opción tenía? Si nunca lo dejaron tomar sus propias decisiones. Desde niño fue entrenado para robar. Nunca tuvo una bonita infancia, nunca supo lo que era recibir un regalo de Navidad o el abrazo de unos padres.

Un hombre roto por dentro que aparentaba ser fuerte, ese era el verdadero Ilay.

Tras media hora, Natalka y Myroslava llegaron al punto donde se transmitió el video de Marco.

—¡Mamá! ¡Mami! —dio gritos de júbilo Lyaksandra.

Ilay observó el rencuentro de una madre con su hija, pero no sabía lo que era recibir ese abrazo de la mujer que te dio la vida.

Natalka lloró de alegría al ver a sus hijos a salvo. Pero Kejan no bajó la guardia. Lyaksandra intuyó que algo estaba mal. Y en una pequeña oportunidad, entablaron una conversación.

—¿Por qué me quistaste el dinero para Kyrylo? Ya sé a qué te dedicas, deja que mamá lo sepa.

—Espera, Lyaksandra. Sabes que mamá padece del corazón, si se entera, puede que le dé un paro cardiaco.

—Dejemos eso a un lado. El tipo que vino conmigo es malo, quiere matarme a mí y...

—No digas esas cosas, él salvó a Kyrylo.

Lyaksandra ignoró por completo a Kejan.

Ilay buscó a ese par de hermanos, sacó su arma: no obstante, Natalka apareció delante de él. Con sigilo, guardó su pistola.

—Muchas gracias por salvar a mis hijos, es usted un héroe —abrazó a Ilay, algo que nunca había recibido de niño—. Sus padres deberían estar orgullosos de tener a un hijo tan ejemplar.

Mientras más tiempo pasó Ilay con esa familia, más añoraba tener una.

Oleksandr llegó después, era la oportunidad de matar a un ucraniano, el padre no estaba en su lista de valores, y decidido sacó el arma.

El Último Vals [Versión Extendida] #PGP2024Kde žijí příběhy. Začni objevovat