El Último Vals [Versión Extendida] #PGP2024

SUEÑOS ROTOS

20 de Enero 2022.

La noticia de la guerra con el país vecino se estaba gestionando, aún no era viral, solo entre los ucranianos.

Cientos de adornos navideños decoraba las plazas y monumentos en Kiev, entre ellos, la Estatua de la Amistad y la estatua de la Patria Madre. Entre las avenidas principales de Kiev, el ejército de Ucrania patrullaba les por las calles. Las noches de Ucrania, donde los carros y edificios eran cubiertos por nieve, y la luna llena cubría sus plazas.

Natalka, junto a sus hijos, iban como todos los domingos a los cultos en la iglesia Resurrection Baptist Church, que desde 1698 ha estado en pie. Dentro de la congregación, los feligreses cantaban unánimes el himno: Cuán Grande es Dios. El coro cantó, la congregación batió las palmas con gozo.

Entre sus butacas de madera tomó asiento la congregación, el interior blanco adornado de inmensas obras góticas y pinturas bizantinas, daba el lugar al pastor de la iglesia local.

Una oración inicial dio paso a la predicación del día domingo. Los rayos del sol iluminaron el ventanal detrás de la figura del pastor. Lyaksandra puso completa atención, para sacar una respuesta a su madre sobre su duda de la noche pasada.

Natalka, con la cabeza inclinada, trató de ocultar su ansiedad. Con ese día eran ya tres años en que su esposo, Oleksandr, no iba con ellos. Eran varios motivos por la que ella oraba cada día: su salud cardiovascular, la incapacidad de su hijo menor y ahora, por si fuera un peso más encima, la posible guerra con Rusia.

La madre estaba tan angustiada entre sus pensamientos, que no puso atención al mensaje impartido ese día.

Por otro lado, Lyaksandra llevó consigo un cuaderno y un lapicero para anotar lo que su pastor decía. Se quitó sus guantes favoritos, que eran un par de color rosa, comenzó a escribir lo que para ella era de suma importancia indagar.

El pastor Zakhar, de mediana edad, citó varias citas bíblicas sobre su tema de la caída del hombre.

Para Lyaksandra, sus movimientos le transmitían autoridad, bueno, no del todo, de no ser por esa espesa barba canosa. Pero su postura elegante, sumado su conocimiento teológico, resaltaban mucho en él.

—Muchos nos preguntamos ¿Por qué Dios permite el sufrimiento? ¿Por qué si Dios existe o acaba con el hambre en África? ¿Por qué existen las enfermedades y la muerte? Para responder a todo esto debemos irnos hasta el inicio.

La atención de Lyaksandra se centró en su pastor, quizás Zakhar la sacaría de esas dudas.

Toda la predicación el pastor sostuvo firmemente una postura teológica del pecado, dio argumentos filosóficos, científicos y hasta psicológicos.