Bueno, ahora lo se—dijo esta divertida

Murmuré algo acerca de esforzarme más mientras él dedicaba una triste mirada a la estela, como si hubiera estado en el funeral de la chica

—lo estuve —dijo con una sonrisa melancolía

Me dijo que saliera y tomase mi almuerzo.

La clase se reunió en la escalinata de la fachada, desde donde se podía contemplar el tráfico de la Quinta Avenida. Se avecinaba una enorme tormenta, con las nubes más negras que había visto nunca sobre la ciudad. Supuse que sería efecto del calentamiento global o algo así, porque el tiempo en Nueva York había sido más bien rarito desde Navidad. Habíamos sufrido brutales tormentas de nieve, inundaciones e incendios provocados por rayos. No me habría sorprendido que fuese un huracán.

no se deben desquitar con los mortales por sus problemas —dijo hestia enojada

Zeus tuvo la audacia de parecer avergonzado

Nadie más pareció reparar en ello. Algunos chicos apedreaban palomas con trocitos de cookies. Nancy Bobofit intentaba robar algo del monedero de una mujer y, evidentemente, la señora Dodds hacía la vista gorda.

Los dioses miraron a hermes preguntando si esa mocosa era hija de él.

—honestamente si fuera hija mía nadie se hubiera dado cuenta—redpondi este.

Grover y yo estábamos sentados en el borde de una fuente, alejados de los demás. Pensábamos que así no todo el mundo sabría que pertenecíamos a aquella escuela: la escuela de los pringados y los raritos que no encajaban en ningún otro sitio.

—Nerea no eres una rarita—poseidon dijo preocupado por su hija

—ahora lo se papá —respondio con una linda sonrisa que hizo que se le detuviera el corazón a apolo

¿Castigada? —me preguntó Grover.

—Qué va. Brunner no me castiga. Pero me gustaría que aflojara de vez en cuando. Quiero decir... no soy ningún genio

—Nerea—empezó poseidon pero fue interrumpido

—ya lo se papá eso fue pasado—

Los semidoses no podían creer que alguien como nerea tuviera esos pensamiento sobre ella misma

Grover guardó silencio. Entonces, cuando pensé que iba a soltarme algún reconfortante comentario filosófico, me preguntó:

—¿Puedo comerme tu manzana?

—Grover!—se escucharon carcajadas por todo el olimpo

Tampoco tenía demasiado apetito, así que se la di

Nerea sin hambre eso es un milagro —comentó travis

Observé la corriente de taxis que bajaban por la Quinta Avenida y pensé en el apartamento de mi madre, a sólo unas calles de allí

No la veía desde Navidad. Me entraron ganas de subir a un taxi que me llevara a casa. Me abrazaría y se alegraría de verme, pero también se sentiría decepcionada y me miraría de aquella manera. Me devolvería directamente a Yancy, me recordaría que tenía que esforzarme más, aunque aquélla era mi sexta escuela en seis años y probablemente fueran a expulsarme otra vez. Era incapaz de volver a soportar esa mirada.

ouh es una niña de mami—dijo burlón Ares

Nerea le mando una sonrisa sarcástica

El señor Brunner aparcó su vehículo al final de la rampa para paralíticos. Masticaba apio mientras leía una novela en rústica. En la parte trasera de la silla tenía encajada una sombrilla roja, lo que la hacía parecer una mesita de terraza motorizada.

NAZ-[PJO]-wtmTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon