part.12

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*Narra Bianca

—¡Ahh!, me duele. —Grite.

—Tranquila, Ni siquiera he entrado.
–Dijo Eliot Con ambas cejas arqueadas.

—No te muevas Bianca.–Gruño.–llevamos horas en lo mismo.–Solto viéndome a los ojos.

—No dolera.–ordeno.

Mordí la comisura de mi labio al sentir el contacto del alcohol higiénico sobre la pequeña carne de  mi herida al sentir como el dolor se desvanecía abrí los ojos delicadamente mientras veía como Eliot guardaba todo lo utilizado en el botiquín.

—Solo fue un pequeño raspón.–Expreso con vos calmada mientras se ponía de pie dejándome rescotada sobre la cama.

—¿Estás hambrienta?.–Pregunto observando me con certeza mientras se relamia los labios, su acción me hizo recordar el beso que me había robado horas antes causando que la sangre se acumulará en mi rostro haciendo sentirme avergonzada delante de el.

—No.–Afirme tratando de cubrir mi rostro con pequeños mechones caídos en mi frente. posando mi vista en cualquier lugar de la habitación, sintiendo como la mirada de Eliot me quemaba las piernas.

–Dormiras aqui.—Dijo señalando la cama.–No te preocupes dormiré en el sofá.—Anuncio mientras ponía el botiquín sobre la mesita de noche.

Aunque me había pedido disculpas y había dejado que me curara eso no significaba que me llevaba bien con el o que lo quisiera cerca de mi lo contrario lo quería lo más lejos de mi por temor a que me volviera a lastimar.

Deje mi cuerpo caer sobre la cómoda cama observando cada uno de los pasos de Eliot cuál decidió a apagar la luz de la habitación, dándome la espalda se deshizo de su playera quedando solo en la bermuda que ocupaba anteriormente. Me quedé observando su bien formado y atlética espalda, centrando mi mirada en un pequeño tatuaje ubicado en su parte baja de la espalda este era un ¿alacrán?. No  pude ver con claridad debido a que
este me había pillado observándolo,
inmediatamente cerré los ojos, escuchando una pequeña carcajada de su parte permanecí varios minutos Haci hasta que sentí el roze de su pulgar en mi mejilla acompañado por un tierno beso en la frente. Hiva a ordenar le que no me tocará pero fui intenrupida por su comentario.

–Eres tan preciosa como las perlas incomparables del mar.—Dijo al momento que su aliento hacia contacto con mi piel, ayudando me a que  mi cuerpo se  ruborizarse más de lo que estaba.

–Descansa.—susuro mientras se alejaba, escuchando como murmuraba algo que no logré escuchar con claridad. En la
habitación solo se escuchaba los quejidos del sofá donde estaba acostado Eliot fue lo último que escuche antes de quedarme dormida en los brazos de Morfeo.

»Desperte de madrugada como de costumbre la habitación estaba oscura, no veía nada con sutileza camine cuidadosamente para no tropezar con algo hasta llegar a la estencion de la luz, la encendí y Eliot estaba tranquilamente dormido en el sofá como no se había dado cuenta que había encendido la luz? Mi mirada bajo a su torso desnudo viendo que tenía más tatuajes escondidos en la parte de su pecho estaba tatuado su apellido acompañado de una frase creo que estaba en ruso o algo haci. Su rostro estaba cubierto por sus rizos cuáles caían de una forma rebelde haciéndolo ver más hermoso de lo que estaba, Me había quedado pensando como siendo tan hermoso tenía ese carácter tan fuerte.

Dejando de observarlo empeze a caminar está vez tenía ganas de ir al baño  entre y cerré la puerta con llave, hice mis necesidades y se me cruzó la idea de tomar una ducha Haci lo hice terminando de ducharme tome una toalla y me di cuenta que tendría que salir del baño para buscar algo que ponerme. El comentario de Eliot se repito en mi mente “podria perder el control hacerte mía hasta que me pidas que pare”.–No dejaría que me tocará, deshaciendo me de ese comentario abrí la puerta delicadamente tratando de no hacer ruido. Salí del baño encontrando a Eliot sentado sobre el sofá donde había dormido,
Al sentir mi presencia dejo de observar el suelo para enfocar su vista en mi analizando me de pies a cabeza duro varios  minutos viéndome fijamente a los ojos, su acto me incómodo y me decidí a romper el silencio.

—podías dejar de verme.–Dije mientras desviando mi vista de el.

–¿Por qué me temes?.—pregunto caminando hacia mi

–No te me acerques.–ordene cautelosa al ver su intención conmigo.

–¡Es que diablos Bianca!– soltó un Grito ahogado.

–Que no pueda tocarte sin que me temas me rompe el corazón.–Grito llevándose la manos ala cabeza. Ese sentimiento extraño de miedo hacia el no duró mucho en aparecer mi pecho subía y bajaba mientras mi piernas comenzaban a temblar.Desde pequeña e tenido miedo a los gritos y desde ese entonces me ha costado sentirme segura cuando me gritan.

–Solo no me grites.—balbuce viéndolo a los ojos, sintiéndome extraña de estar aquí con el.

–Solo déjame conocerte Bianca, se que eres especial. —Confeso acercándose a mi, por lo que retrocedi paso atrás.

–Bianca por favor. —Suplico arrodillandose
delante de mi. –Permite me mostrarte cuánto te amo. —Insistio viéndome a los ojos arrodillado delante vuestra.

–N-o -no tienes que hacer eso. —Confese viendolo desde aquella posición.

–¿Me permites conocerte?. —Preguntó antes de levantarse, quedando en una posición no muy recomendable para mí.  rompiendo el contacto de nuestro cuerpo me propuse a asentir a su petición.

Un brillo de felicidad inundo su rostro, regalando me un cálido beso en las mejillas
Mi cuerpo se tenso y no pude evitar sonrojarme delante de el.

–Te voy hacer la chica más feliz del mundo.—Dijo dándome un tierno beso en la frente.
–Te dejo para que te vista no quiero que te enfermes.—expreso abriendo la puerta del baño y adentrándose dentro del.













Obsesse [Borrador]Where stories live. Discover now